Política

Una política industrial que dé certidumbre a los empresarios

El presidente Fernández Mañueco recuerda a Tudanca que el pacto de reindustrialización es la hoja de ruta para crecer y crear empleo

Fernández Mañueco y Francisco Igea llegan al hemiciclo de las Cortes momentos antes del comienzo del pleno
Fernández Mañueco y Francisco Igea llegan al hemiciclo de las Cortes momentos antes del comienzo del plenoDos SantosLa Razón

El pacto por la reindustrialización de Castilla y León que los grupos parlamentarios alcanzaban en la pasada legislatura, es la «hoja de ruta» que guía al actual Gobierno autonómico para seguir creciendo y generar actividad y crear nuevas oportunidades de empleo.

Así se lo recordaba ayer el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al líder de la oposición, Luis Tudanca, durante su cara a cara en las Cortes, donde el socialista preguntaba por las medidas que tiene pensado aplicar el Gobierno autonómico en materia industrial.

El jefe del Ejecutivo regional aseguraba que dar certidumbre y confianza a los empresarios, además de reforzar la colaboración público-privada para atraer al talento joven y fijar población, son los objetivos que quieren conseguir mediante el desarrollo industrial de la Comunidad.

Asimismo, y ante las críticas que vertía Tudanca a Fernández Mañueco al que pedía que deje de actuar como un «comentarista» en cada provincia que visita y que pase a la acción y se ponga en «modo Gobierno» con medidas que den soluciones a los problemas, el presidente de la Junta contestaba con los seis planes territoriales y cuatro industriales aprobados y puestos en marcha, entre los que citaba el de Renault y Nissan, en las provincias de Valladolid, Palencia y Ávila; Kronospan, en Burgos; o la antigua Vestas, en León.

Además, Fernández Mañueco preguntaba al portavoz socialista dónde se encontraba cuando la Junta aprobó iniciativas de apoyo a la industria, como el plan de crecimiento de las pymes o el abaratamiento del suelo industrial, y le recordaba también los «buenos datos» del paro en febrero que se conocían ayer. «Hoy no es un buen día para que los socialistas hablan de paro», ironizaba el presidente, quien volvía a reprochar a Tudanca su «silencio cómplice» ante medidas como la subida del impuesto al diésel del Gobierno de Pedro Sánchez o su «aplauso fervoroso» frente al «hachazo fiscal» que prepara a las familias y las empresas.

Antes, el líder del PSOE había reclamado al presidente que defina de una vez por todas el «rumbo» que quiere dar a su Ejecutivo en materia fiscal, si apuesta por bajar impuestos como en Madrid o por recurrir o incluir el cupo vasco, le recordaba que pacto «es con la gente» y advertía que frente a la despoblación la única solución es crear empleo y mejorar la prestación de los servicios públicos.

Pese a todos estos reproches, tanto el presidente como el líder de la oposición coincidían en la necesidad de cooperar en materia industrial, y Fernández Mañueco iba un poco más allá al final de su intervención al «abrir la puerta» a Tudanca «en beneficio» de Castilla y León y sus habitantes.