Política

El PSOE no cede y frena la reforma estatutaria para suprimir los aforamientos

Duros reproches entre el popular Raúl de la Hoz y la socialista Virginia Barcones a cuenta de la corrupción

El portavoz del PP en las Cortes, Raúl de la Hoz, durante una de sus intervenciones en esta legislatura desde el atril del hemiciclo
El portavoz del PP en las Cortes, Raúl de la Hoz, durante una de sus intervenciones en esta legislatura desde el atril del hemicicloLeticia PérezIcal

No por esperado deja de ser noticia, pero finalmente la propuesta de reforma del estatuto de autonomía de Castilla y León impulsada por PP y Ciudadanos para suprimir los aforamientos de los procuradores y altos cargos de la Comunidad tendrá que esperar mejor ocasión.

El PSOE, necesario para que la propuesta saliera adelante por sus 35 escaños al requerirse el apoyo de dos tercios de los miembros de la cámara para su aprobación, o lo que es lo mismo, 54 votos a favor, no cedía, y votaba en contra de esta iniciativa alegando “por lealtad y responsabilidad a Castilla y León”, según decía la procuradora Virginia Barcones, que mientras no se aproveche esta reforma para establecer un suelo mínimo social no apoyarán ninguna propuesta de este tipo.

Barcones insistía durante su intervención en que sin avances sociales que garanticen derechos y calidad de vida a los castellanos y leoneses los socialistas no aceptarán ninguna propuesta, entre otras cosas, por cumplir la palabra dada. Es más, la viceportavoz del Grupo parlamentario Socialista acusaba a PP y Ciudadanos de utilizar el estatuto como “arma política arrojadiza” en lugar de usarla como “herramienta de progreso” para Castilla y León y por ello les echaba en cara que no tengan "patriotismo estatutario”.

Antes, el portavoz del PP en las Cortes, Raúl de la Hoz, recordaba a los socialistas que suprimir los aforamientos es algo que ya se ha hecho entre regiones de la España autonómica, algunas gobernadas también por el PSOE, y tendía la mano a los del puño y la rosa para que aprobaran esta propuesta con el compromiso de retomar más adelante el debate de una reforma del estatuto más profunda, como la que se planteó en 2015, y que incluía la modificación de medio centenar de artículos, entre ellos algunos relacionados con avances sociales o municipalismo.

Pero dicho todo esto. De la Hoz se lanzaba después a la yugular del PSOE, para acusar a los socialistas de no apoyar esta reforma “porque no quieren perder su aforamiento”. Al respecto, recordaba lo ocurrido en Andalucía con el caso de los ERE, con dos ex presidentes de la Junta, seis consejeros y dieciséis directores generales implicados.

Este comentario hizo saltar después a Virginia Barcones, que pedía respeto a su partido y especialmente a los socialistas de Castilla y León, “herederos del ex presidente Demetrio Madrid y no de la Gürtel o la Perla Negra", decía, elevando el tono de voz visiblemente molesta. A lo que de nuevo de la Hoz replicaba pidiendo su apoyo y el de su grupo a esta reforma estatutaria “porque si consideran que somos una banda de corruptos, póngale freno y respalden esta propuesta para suprimir los privilegios de los aforamientos”, apuntaba.

Desde Ciudadanos, la portavoz del partido en la Cámara autonómica, Ana Carlota Amigo, hablaba del rechazo del PSOE a esta propuesta como la crónica de la muerte anunciada de la reforma estatutaria y echaba en cara a los socialistas que “nunca” hayan querido eliminar los aforamientos. Mientras que en Podemos, la procuradora Laura Domínguez, coincidía con los socialistas en que el debate es si habrá blindaje social o no, reprochaba a PP y Ciudadanos que hayan llevado este asunto a las Cortes sin consenso previo y lamentaba su “tristeza” porque según el procedimiento que marca el Reglamento de las Cortes habrá que esperar otro año al menos para que se debata una nueva propuesta de reforma del Estatuto.

Antes de finalizar el debate, el popular Raúl de la Hoz aprovechaba una nueva intervención, que pedía en virtud del artículo 78 del reglamento al sentirse aludido por la socialista Barcones, para recordar, con cierta ironía, viejos tiempos en las Cortes durante la pasada legislatura, en los que defendía con vehemencia la supresión de los aforamientos. “Y ahora mírense donde están, apoyando junto al PSOE que se mantengan estos privilegios”, apuntaba.