Coronavirus

Los farmacéuticos de Castilla y León, en pie de guerra contra Sánchez por el precio de las mascarillas

“A mí me cuesta cada una a 1,50 euros y quieren que las vendamos a 0,96; no lo pienso hacer, antes se las regalo a mis amigos y familia", asegura Elisa Miguel, boticaria de Magaz de Pisuerga

Los farmacéuticos no salen de su asombro ante lo que están viviendo durante estas semanas de pandemia en lo que respecta a la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez. Y es que al desprecio inicial de no considerarlos como sanitarios a la hora de protegerles frente al virus, cuando son los que están en primera línea de atención a las personas, y que tampoco hayan contado con ellos para poder distribuir las mascarillas a través de la receta electrónica o para realizar los test de detección de la enfermedad, se suma ahora la intención del Ministerio de Sanidad de fijar un precio máximo de 0,96 euros para las mascarillas quirúrgicas.

Una medida que aún no ha entrado en vigor pero que podría hacerlo al final de este semana y que ha hecho que los farmacéuticos alcen de nuevo la voz para denunciar una orden que no entienden ni mucho menos comparten y que incluso puede ser peor el remedio que la enfermedad, como se dice por estos lares, puesto que ya hay algunos boticarios que han amenazado con no comprar más mascarillas de este tipo a los proveedores así como con no vender las que tengan y regalarlas.

“Lo verdad es que esta medida nos la imaginábamos hace tiempo e incluso hemos hecho porras entre los farmacéuticos sobre el precio que iba a fijar el Gobierno en las mascarillas pero nunca pensamos que bajaría de un euro; nos parece una tomadura de pelo”, asegura a LA RAZÓN Elisa Miguel, encargada de una botica de Magaz de Pisuerga, una pequeña localidad palentina de apenas un millar de habitantes que, además, lleva un mes y medio sin médico y con esta joven boticaria haciendo un poco de todo en el pueblo, recibiendo llamadas constantemente de los vecinos para resolverles dudas y acudiendo al centro de salud para las recetas de los pacientes y vecinos.

Esta joven farmacéutica tiene claro que no piensa vender a 0,96 euros las mascarillas y que antes se las regala a sus familiares y amigos aunque advierte de que hay otro problema añadido por este bajo precio y es el hecho de que los proveedores tampoco quieren vender a las farmacias estas mascarillas a pérdidas. “La verdad es que no sé quien tiene cabeza ni quien asesora a este Gobierno”, señala Elisa, para quien este precio está totalmente fuera de mercado. De hecho, muestra una factura por valor de 1.200 euros por la compra de 800 mascarillas, lo que equivale a 1,50 euros por cada una, que es a como lo vende porque ella no quiere ganar dinero con esto sino que la gente de su pueblo tenga las mascarillas y por eso las cobra al mismo precio que paga al proveedor.

Pero lo que no acepta de ninguna manera es que la tomen el pelo y que dejen entrever con este tipo de medidas que los boticarios se están poco menos que forrando, y mucho menos que fijen el precio sin contar con ellos. “Que me digan a mi de donde lo voy a sacar, porque según parece da la sensación de que me sobra el tiempo y el dinero, apunta. “¿Qué hacemos, aplaudimos? Es todo un disparate”, lamenta, mientras explica que hay otras opciones como reducir el IVA de estas mascarillas que es del 21 por ciento o suprimirlo directamente.

Elisa Miguel, farmacéutica de Magaz de Pisuerga, enseña la factura con lo que le cuestan las mascarillas quirúrgicas. 1.200 euros por 800 unidades
Elisa Miguel, farmacéutica de Magaz de Pisuerga, enseña la factura con lo que le cuestan las mascarillas quirúrgicas. 1.200 euros por 800 unidadesLa Razón

Elisa está que trina con la gestión del Ministerio que dirige Salvador Illa, pero ya desde el principio de la pandemia "por el caos que hubo los primeros días ante el desabastecimiento que había con todo el mundo preguntando y reservando mascarillas -recuerda- cuando nos quedamos también sin termómetros ni guantes, o con alcohol y geles para la higiene de las manos a cuenta gotas”.

Mercado negro al alza

“Y ahora que la situación se estaba más o menos normalizando nos salen con esta”, insiste Elisa, para quien el Gobierno está actuando sin sentido ninguno y lo que es peor: “haciendo lo que le da la gana”. En este sentido, advierte de que este problema de las mascarillas puede repetirse igualmente con los guantes, pero agravado, puesto que estos últimos son mucho más caros y cada caja sale por unos doce euros, que es a lo que está cobrando Elisa en su farmacia. “Nadie los va a comprar, y lo que está pasando ya es que se está fomentando el mercado negro”, alerta la farmacéutica, quien asegura que está recibiendo estos días muchos mensajes de personas que están comprando los guantes por Ali Express y en otros lugares en donde ella como boticaria no puede acudir a comprar.

Y ya ni habla de los famosos test de detección, que asegura tener en la farmacia pero que no puede vender porque el Gobierno no les deja. “Esta es otra historia que tampoco se entiende muy bien, ya que con la que está cayendo y con la necesidad que hay de testar a la gente para saber la realidad de la enfermedad, nosotros los farmacéuticos podemos ser un parte importante favoreciendo la realización de estas pruebas en todos los rincones del país”, señala.

Finalmente, lanza un mensaje de esperanza y optimismo y todavía confía y desea en que el Gobierno de España, al igual que ha hecho con la decisión de dejar a los niños que salgan a pasear a la calle desde el lunes, rectifique y dé un paso atrás en lo de los 0,96 euros por mascarilla quirúrgica.