Ola de frío
Días complicados en la localidad soriana de El Burgo de Osma, donde se hace difícil salir a las calles porque, aparte de estar cubiertas del manto blanco que aún perdura del paso de Filomena, se han convertido en auténticas pistas de patinaje debido a las gélidas temperaturas, casi siberianas, que se han alcanzado en la Villa Episcopal esta madrugada. Las cifras oficiales hablan de que el termómetro ha bajado hasta los -17,5 grados, pero según cuenta a LA RAZÓN el alcalde de la localidad, Miguel Cobo, han sido más gélidas todavía ya que esta mañana sobre las ocho y media han llegado a los -19,4 grados de temperatura en los termómetros que tienen internos en el Ayuntamiento.
La situación está dificultando sobremanera la rutina diaria y el día a día de los más de 5.000 vecinos de este municipio declarado Villa de Interés Turístico y Conjunto Histórico Artístico, y de sus 14 pedanías, donde ni los más viejos del lugar recuerdan algo parecido. «Me acuerdo que por el año 1996 o 1997 hizo un frío parecido, pero entonces no hubo nieve como ha pasado esta vez y de forma tan continuada, lo que está provocando que se hayan creado placas de hielo incluso en zonas donde da el sol», señala el primer edil burguense, preocupado porque para esta madrugada pasada se esperaba todavía más frío según avisa la Agencia Estatal de Meteorlogía (Aemet) y porque no dan abasto para limpiarlo todo y dar respuesta a los numerosos contratiempos que están surgiendo.
Como, por ejemplo, algunas tuberías que han reventado del frío, o el acceso a varios puntos de la Villa, sobre todo en el polígono industrial, donde el primer edil asegura que están trabajando a destajo para que puedan entrar y salir los trabajadores de los distintos turnos existentes en las fábricas asentadas en la Villa.
Cuenta también el alcalde que la situación en las carreteras principales, como las autovías o la N-122, es algo mejor, pero que el problema está también en las vías secundarias que unen El Burgo de Osma con los municipios de la comarca «que son placas de hielo».
Este lunes, al menos, los centros educativos han estado cerrados debido a la decisión de la Junta de que no hubiera clases en el medio rural de la Comunidad debido sobre todo a los problemas de transporte de los alumnos y de llegada de profesores a los centros. En el caso de El Burgo de Osma, en los colegios de Primaria y Secundaria tienen la «suerte» de que la mayor parte de los docentes (más del 70 por ciento) son de allí y por tanto no tienen que desplazarse, pero en el instituto la situación es la contraria, y el 80 por ciento de los profesores son desplazados, por lo que el primer edil ve complicado que este martes pueda haber clase en el instituto ya que cree que a los docentes les será imposible poder llegar a El Burgo de Osma. «El problema es que va a ser muy difícil remontar los cero grados y con el frío extremo que se espera estos días esto tiene pinta de ir para largo», apunta el alcalde, quien pide a sus vecinos que salgan lo indispensable a la calle.
En este sentido, y para poder atender a las personas mayores y con problemas de movilidad, cuenta que se ha puesto en marcha al igual que en los peores meses de la pandemia el servicio de Cruz Local Local para mayores, para llevarles a casa comida y lo necesario para que puedan sobrevivir sin tener que salir de su hogar. Algo parecido ha pasado en la también soriana Morón de Almazán, aunque se ha quedado «sólo» en -18. Con -17ºC se vivió en Molina de Aragón (Guadalajara) mientras que en capitales de provincia, en Soria y Toledo quedaron a -8ºC.