El alumnado con autismo crece un 62% en cinco años hasta los 1.243 escolares en Castilla y León

El alumnado con autismo creció un 62 por ciento en los últimos cinco años en Castilla y León y en el curso 2019-20 eran 1.243 los escolares con ese trastorno, el 15 por ciento de los estudiantes con necesidades especiales en la Comunidad, lo que requiere un refuerzo de las medidas para garantizar una educación de calidad y con apoyos.

Así lo trasladó la Federación de Autismo de Castilla y León, a raíz de los estudios sobre la situación del alumnado con autismo en España y en la Comunidad, elaborados por Autismo España y el Gobierno regional.

Los estudios, que reflejan las desigualdades entre autonomías en esta materia, recogen que Castilla y León ofrece diversas fórmulas de escolarización tanto dentro de la enseñanza ordinaria como de la especial, para poder dar respuesta a la diversidad de necesidades del alumnado con este transtorno.

La Federación defendió que ambas enseñanzas resultan necesarias debiendo aplicarse de forma flexible (en función de la evolución de la persona) y su acceso no debe estar limitado a determinados lugares de residencia.

En la Comunidad, la mayor parte del alumnado con autismo, el 82,5 por ciento en el curso 2018-19, ocho de cada diez, estaba integrado en el sistema educativo ordinario. Esto “requiere que los centros educativos cuenten con suficientes recursos, formación y personal de apoyo especializado para adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje a sus necesidades específicas”, señalaron desde la institución.

En cuanto a la atención especial que requieren los alumnos con afectaciones severas de autismo, la Federación ha indicado que los centros específicos de educación especial para autismo en la Comunidad son de titularidad del movimiento asociativo.

En Castilla y León hay cinco Centros de Educación Especial para alumnado con trastorno del espectro autista, con 152 personas escolarizadas con mayores necesidades de apoyo y gracias a 133 profesionales que proporcionan una atención especializada.

Se trata, según las mismas fuentes, de centros aconfesionales, gestionados por las asociaciones de autismo, madres, padres y familiares quese han organizado para proporcionar a sus hijos e hijas la respuesta que el sistema de educación público no provee en todas las situaciones que es necesario.

Respecto al resto de autonomías, la Comunidad cuenta con aulas de educación especial que prioritariamente dependen de asociaciones especializadas en autismo o de centros específicos para alumnos con autismo, ubicadas en centros ordinarios.

Los apoyos para el lenguaje o autonomía existen en algunas provincias pero no están regulados oficialmente y se llevan a cabo con carácter piloto o experimental. Además, en “Castilla y León no existen Equipos de Orientación Educativa de carácter específico para el alumnado con autismo”, para ofrecer “a este tipo de alumnado el soporte especializado que necesitan en el contexto ordinario, existentes en otras Comunidades”.

Por ello, la Federación ha pedido una “transformación global del sistema educativo para dar respuesta en todo el territorio de Castilla y León a las necesidades específicas del alumnado con autismo, flexibilizando e innovando para ello en la metodología y los recursos existentes, y logrando la coexistencia de la escolarización especializada y de la escolarización ordinaria”.

“Como opciones necesarias para maximizar el desarrollo personal y las oportunidades de todos los alumnos y alumnas, así como para garantizar una atención individualizada y de calidad basada en las necesidades del alumnado”, subrayó la Federación.