Economía

Vicente Ruiz desvela las claves del éxito del negocio farmacéutico RNB en el Foro Schola

“El emprendedor de hoy se tiene que dejar la piel más que nunca, dando lo mejor de sí”, asegura el empresario

El presidente de RNB Cosmésticos, Vicente Ruiz Baixauli, ofrece una conferencia organizada por la Fundación Schola, junto a Ramón Mateos y Luis Ortiz de Lanzagorta
El presidente de RNB Cosmésticos, Vicente Ruiz Baixauli, ofrece una conferencia organizada por la Fundación Schola, junto a Ramón Mateos y Luis Ortiz de LanzagortaCesar MinguelaAgencia ICAL

Bajo el peculiar título «Un emprendedor que quiere ser empresario», Vicente Ruiz Baixauli, el socio fundador y presidente de RNB, un negocio artesanal vinculado a productos farmacéuticos creado en 1989 y que en la actualidad el 90 por ciento de su producción es para Mercadona, develó las claves del éxito empresarial en una charla distendida y que sirvió para inaugurar el curso que cada año pone en marcha la Fundación Schola y el Foro de Empresarios de Castilla y León.

En declaraciones a LA RAZÓN, Ruiz, destacó que la intención y «dejarse la piel, dando lo mejor de sí» y «buscando las oportunidades» suelen dar resultado. Y así lo demuestra una empresa que comenzó con dos personas y que a día de hoy cuenta con 700 empleados y que está trabajando por dar el salto a mercados internacionales como Alemania o Reino Unido.

«Hay que ser emprendedor todos los días», señala Ruiz que aún, pese a los números que desvela su empresa, y que sigue incrementando su negocio año tras año, no se denomina como un «empresario». Mucho han cambiado los tiempos desde que él y su socio iban por los polígonos de Valencia buscando oportunidades o llamando por teléfono.

«Ahora todo eso ha cambiado y hay que innovar», destaca Ruiz, pero destaca que día tras día «hay que seguir aprendiendo y dando lo mejor de uno mismo».

Vicente Ruiz Baixauli, quien se mostró un defensor de la empresa familiar, significó que es buen momento para emprender cuando lo llevas en la “sangre”, especialmente cuando hay incertidumbre y cambia todo, lo que obliga a agudizar el ingenio.