Ejército
Margarita Robles destaca el trabajo de la División “San Marcial” del Ejército de Tierra en Burgos
La División se encuentra inmersa en una “profunda transformación” para mejorar la respuesta inmediata ante situaciones de crisis
La ministra de Defensa del Gobierno de España, Margarita Robles, destacó hoy el trabajo de la División ‘San Marcial’ del Ejército de Tierra que convierte a Burgos en una de las “ciudades más importantes de España”. Robles pudo conocer de primera mano las instalaciones del Centro de Operaciones del Puesto de Manado del Cuartel General de la División San Marcial, así como las instalaciones del Palacio de Capitanía de Burgos, sede de la representación institucional del Ejército de Tierra en Castilla y León y Cantabria.
“España se tiene que sentir muy orgullosa de sus fuerzas armadas, del Ejército de Tierra y de las labores que realizan poniendo en riesgo su vida. Si hay un sitio importante desde la perspectiva del Ejército de Tierra es esta división, que hace que Burgos se convierta en una de las ciudades más importantes de España en el funcionamiento y para el adecuado funcionamiento de las fuerzas armadas, y en particular del ejército de tierra”, afirmó la ministra.
De esta forma, trasladó su agradecimiento por las labores que llevan a cabo, afirmando que el Gobierno está “profundamente orgulloso” de lo que hacen. La representante del Ejecutivo quiso también rendir homenaje durante su visita a los 17 miembros de las Fuerzas Armadas que fallecieron el 16 de agosto de 2005 en Cougar, en Afganistán durante un accidente de helicóptero, poniendo en valor también las operaciones llevadas a cabo en ese país en los últimos años.
Durante su visita estuvo acompañada del general jefe de la División San Marcial y representante institucional del Ejército de Tierra en las Comunidades Autónomas de Castilla y León y Cantabria, Juan Carlos González Díez, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Francisco Javier Varela, el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, y el exsecretario de Estado de Defensa, el burgalés Ángel Olivares.
Una División San Marcial en transformación
Tras saludar a los miembros del ejército presentes en el cuartel y realizar la tradicional foto de grupo frente al edificio principal, el general jefe de la División ‘San Marcial’, Juan Carlos González, explicó a la ministra el funcionamiento del cuartel. De esta forma hizo alusión a la transformación en la que se encuentra desde 2020, con el fin de crear una “moderna división de respuesta inmediata”.
Estos cambios tienen la finalidad de agrupar e integrar a las unidades del Ejército de Tierra que disponen de una mayor capacidad de respuesta inmediata ante situaciones de crisis. Sus nuevas capacidades operativas le permiten generar con rapidez y poner a disposición del JEMAD las estructuras operativas que se le requieran, particularmente una fuerza de entrada inicial aeromóvil en cualquier zona de operaciones.
La División San Marcial está formada por 7.153 militares, de los cuales 625 son oficiales, 1.518 suboficiales y 5.010 militares profesionales de tropa y constituye, junto con la División Castillejos y el Mando de Apoyo a la Maniobra, uno de los tres mandos de este nivel de la Fuerza Terrestre.
Las unidades de la División San Marcial participan muy frecuentemente en actividades de adiestramiento con la Armada y el Ejército del Aire, así como en ejercicios y actividades bilaterales con ejércitos de países aliados para asegurar un alto grado de interoperabilidad en el ámbito internacional.
Esta elevada disponibilidad de sus Unidades, así como su alta especialización, hacen que la nueva División San Marcial constituya el “exponente más visible” de la nueva organización de la Fuerza del Ejército de Tierra para adaptarse al nuevo contexto estratégico. La División ‘San Marcial’ tiene su sede en las instalaciones del acuartelamiento Diego Porcelos, donde prestan servicio 217 civiles y militares.
Desde el 1 de enero de 2021, la División ‘San Marcial’ aglutina bajo un mando único las siguientes unidades: Brigada ‘Almogávares’ VI de Paracaidistas (BRIPAC), las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), el Mando de Tropas de Montaña (MTM), el Mando de Operaciones Especiales ‘Órdenes Militares’ (MOE) y el Regimiento de Operaciones de Información número 1 (ROI), distribuidas en diez provincias del territorio nacional.
“Hemos acometido un cambio radical y profundo de la División, simultaneándolo con la multitud de actividades que se desarrollan desde aquí”, ha explicado el general González, entre ellas entrenamientos conjuntos y ejercicios multinacionales. “No es solo una suma, sino una multiplicación de las capacidades”, añadió sobre una transformación que descansa en la cohesión de todas las unidades de la División, que el pasado el pasado 1 de enero de 2022 declaró su capacidad operativa plena.
La Brigada Almogávares VI de Paracaidistas (BRIPAC) tiene su cuartel general en Paracuellos del Jarama, Madrid, y se compone de dos regimientos de Infantería, uno de Caballería, un batallón de Zapadores, un grupo de Artillería de Campaña y un grupo Logístico. Las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) tienen su sede en Colmenar Viejo, Madrid, y cuenta con cinco batallones de Helicópteros de Emergencias, repartidos por Ciudad Real, Valencia, Logroño, Sevilla y Madrid, donde también se ubica su Grupo Logístico.
El Mando de Operaciones Especiales Órdenes Militares (MOE) se encuentra íntegro en Alicante, tanto su cuartel general como sus grupos y unidad logística. El Mando de Tropas de Montaña Roncesvalles (MTM) se encuentra repartido entre Pamplona, donde tiene el cuartel general y un regimiento de Infantería, y Huesca, con un regimiento. El Regimiento de Operaciones de Información Número 1 se encuentra ubicado íntegramente en Valencia, y cuenta con dos Grupos de Operaciones así como una Compañía de Plana Mayor y Servicios.
Explicó además que han participado y participan desde hace casi dos años en operaciones multinacionales en Mali, Líbano, Irak y Afganistán. Además intervinieron en las misiones de respuesta inmediata de la evacuación de personal de Kabul hace un año y en la operación de apoyo al repliegue de personal civil afgano desde Pakistán, realizada de octubre a noviembre de 2021 y de julio a agosto de 2022. Durante su visita, la ministra pudo conversar con varios mandos y militares que han estado desplegados en algunas de estas misiones internacionales y se mostró muy interesada en conocer cómo era la situación allí y los peligros que corrían tanto civiles como militares.
Con respecto a la base militar de Castrillo del Val, también en la provincia burgalesa, la ministra explicó que en principio no hay previsión de “quitar nada”, y recordó que el ejército está en una “evolución permanente”. “Nos estamos adecuando a un ejército del siglo XXI”, apuntó, poniendo en valor que este centro de Burgos está “tomado como referencia por la OTAN para realizar entrenamientos y misiones”, y por tanto está en una situación de “evaluación de los medios y necesidades”. “Las Fuerzas Armadas españolas son un ejemplo de modernidad y una referencia para ejércitos de otros países”, agregó.
Actuaciones durante la COVID-19
La segunda parte de la visita tuvo lugar en el Salón del Trono del Palacio de Capitanía General, donde el general de división González Díez ostenta también la representación institucional del Ejército de Tierra en el ámbito geográfico de Castilla y León y Cantabria. Esta nueva organización adoptada en 2020 tiene por finalidad mejorar la coordinación de las relaciones del Ejército de Tierra con las autoridades civiles y los organismos y entidades públicos y privadas.
El general jefe González Díez explicó a Robles la actuación de su unidad durante las operaciones ‘Balmis’ y ‘Misión Baluarte’ durante la pandemia del COVID-19. “La UME y el Ejército de Tierra hicimos el 40 por ciento de las intervenciones en la etapa clave de la pandemia, y en Cantabria el cien por cien”, señaló en alusión a la operación ‘Balmis’
Asimismo indicó que en Castilla y León, casi el 97 por ciento de los rastreos los hicieron los militares, que llevaron a cabo un atención telefónica a través de 1,6 millones de llamadas personalizadas, además de inocular casi 50.000 vacunas. En el libro de honor, Robles agradeció y reconoció el “gran trabajo” que desde esta división realizan. “Gracias infinitas por su esfuerzo, y por dejar tan alto el pabellón de España, aquí en nuestro país y en misiones difíciles y arriesgadas en el mundo”, dijo.
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