Sociedad

Argüello reivindica la peregrinación "para vivir de una manera nueva y mejor el presente"

El arzobispo de Valladolid lanza una carta pastoral en la que invita a mirar al futuro con esperanza sin perder de vista al pasado

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello
El arzobispo de Valladolid, Luis ArgüelloJesús HellínEuropa Press

Apenas llevamos unas horas del año en el que se cumplen 2025 primaveras del nacimiento de Jesús, en un pequeño portal de Belén, a partir del cual la historia vive un antes y un después.

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha aprovechado estos primeros compases del año para lanzar a los fieles una carta pastoral en la que, al hilo de lo anterior, recuerda la tradición cristiana de medir el tiempo antes y después de Cristo. Algo que, en su opinión, no es solamente una cuestión temporal sino que son los años del Señor, "desde que Jesús se encarna, se entrega por nosotros y resucita de entre los muertos", señala.

"Le reconocemos, así, como Señor del tiempo, como aquel que tiene la capacidad de abrazar nuestro pasado, presente y futuro", prosigue el religioso de Meneses de Campos en la misiva de esta jornada festiva, en la que afirma que Jesús "acompaña" nuestra peregrinación en el tiempo y en la historia.

Por otro lado, Argüello recuerda que este 2025 recién comenzado es, además, Santo, al ser un año "redondo" en su denominación. Y es que el Papa Francisco ha convocado a los fieles al jubileo "Peregrinos de la Esperanza" con el que anima a mirar al futuro con esperanza y con un renovado compromiso de vida,

De la misma forma, Argüello aprovecha su carta pastoral para eso, para invitar a todo el pueblo de Dios a conocer lo que significa este antes y después de Jesús, pero también y sobre todo a que caiga en cuenta "de lo que somos".

"Somos peregrinos, y la peregrinación no tiene sentido si no tuviéramos la esperanza de llegar a algún sitio, de alcanzar la meta, de llegar al punto que supone en el deseo del corazón el arranque de nuestra peregrinación", afirma Monseñor Argüello.

El prelado insiste en que la peregrinación anima a mirar al futuro pero sin perder de vista al pasado y, además, con la mirada de la misericordia.

En este sentido, Argüello apunta que la indulgencia o el perdón de los pecados "es esa mirada al pasado que cura las heridas y que descarga del corazón los golpes y las culpas que nos paralizan y son la causa de que la esperanza decaiga".

"¿Cuántas veces decimos “sí, sí”, de nuevo voy a intentar esto con el fracaso que he tenido?, se pregunta el arzobispo de Valladolid, al tiempo que apela a Jesús, el Señor del tiempo, por ser quien sana,purifica y redime nuestra memoria "para que podamos estrenar una vivencia nueva de la esperanza, e incluso en territorios históricos donde esta es más complicada", en alusión de las guerras y conflictos que sacuden algunas zonas del planeta como Israel, Gaza, Líbano, Siria o Ucrania

"Vivimos situaciones de desigualdades e injusticias, que provocan que tantos y tantos tengan que salir de su propia tierra, que nos hacen dudar de si es posible la justicia que es contenido del Reino de Dios", lamenta Argüello, quien advierte también de las mentiras, las antiguas y las nuevas a través de "tantos y tantos" medios de comunicación social de esta hora, "que nos hacen también dudar de si es posible encontrarnos en la verdad y con la verdad".

El religioso destaca que la esperanza tiene que ver con la irrupción de lo nuevo, de la novedad en nuestra existencia y reivindica la peregrinación, como un abrazo que el Señor que sana heridas, "y nos hace vivir de manera nueva y mejor el presente".

Por todo ello, insiste en llamar a refugiarse en el Señor "porque solo en él podremos vivir el esplendor de la verdad y la alegría desbordante de la fraternidad reconciliada en justicia y en paz".

Queridos amigos, de nuevo, digámonos unos a otros “¡Feliz año 2025!”. ¡Feliz Año del Señor, en el que la peregrinación de esperanza se hace jubileo y año singularmente santo para redimir la memoria y para acrecentar nuestro deseo de seguir peregrinando hasta que el Señor venga! Feliz Año Nuevo, 2025 AD.