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Agricultura

Los campos demostrativos de cereal en Castilla y León demuestran que las semillas certificadas esta campaña han logrado hasta un 15 % más de rendimiento

UPA hace públicos los datos de los ensayos realizados con variedades de semillas de cereal R1, R2 y R3 en la Comunidad

Campo demostrativo de cereal de Mamblas en Ávila UPAUPA

Los campos de ensayo demostrativos de cereales que ha desarrollado UPA en Castilla y León esta campaña nos han aportado datos muy interesantes. Sobre alrededor de cincuenta variedades de cebada y trigo objeto del estudio de UPA en nuestra región, concretamente en Mamblas (Ávila), Fuentes de Nava (Palencia) y Rabé de los Escuderos(Burgos), los datos finales concluyen que las semillas certificadas y las de reempleo de calidad de segundo año han sido, de media, hasta un 15 % más productivas que las semillas de tercer año de reempleo.

Concretamente, en cebada los rendimientos de las R1 y R2 han sido un 13 % más altos que las semillas R3. En los trigos la dinámica ha sido aún mejor, y los resultados obtenidos nos dicen que de media ha habido en torno a un 17 % más de rendimiento con las semillas de calidad respecto a las variedades ensayadas de R3.

En los tres trabajos demostrativos desarrollados esta campaña 2025 en Castilla y León, UPA ha realizado labores preparatorias del terreno previas a la siembra, siembra del ensayo, seguimiento del ensayo, realización de jornadas con agricultores y la cosecha posterior del ensayo con los resultados de los mismos sobre las variedades de trigo y cebada objeto del estudio.

En el ensayo de Mamblas (Ávila), de media, las cebadas R1 y R2 han obtenido rendimientos de 3.600 kilos/hectárea, mientras que las R3 han alcanzado los 3.150 kilos, casi 450 kilos de diferencia entre las semillas de calidad de las que no lo son.

Los trigos de la parcela objeto del ensayo donde se han utilizado como comparativa semillas R1 y semillas R3 nos dicen que la diferencia es considerable entre unas y otras, con rendimientos que van desde los 3.300 kilos/ha con semillas certificadas de primer año a los 2.500 kilos de producción en la misma variedad pero en este caso de reempleo de tercer año.

En el campo de Rabé de los Escuderos (Burgos) los rendimientos han sido también esclarecedores, con 6.000 kilos/hectárea de media en las variedades certificadas de cebada, hasta un 15 % superior respecto a las variedades de reempleo de tercer año.

Los trigos en la provincia burgalesa han respondido de forma similar. Con rendimientos generales ligeramente inferiores a la cebada, las semillas de calidad han aportado resultados sensiblemente superiores, con medias de 5.700/5.800 kilos comprobándose nuevamente el mejor comportamiento de las R1 respecto a las R3 en casi 700 kilos/hectárea.

En Fuentes de Nava (Palencia), el estudio de UPA demuestra que las semillas de calidad R1 se han adaptado mejor a las condiciones climatológicas y han demostrado ser bastante más productivas y resistentes a enfermedades. Siempre teniendo en cuenta que se trata de referencias medias, los rendimientos de la cebada se han situado en los 5.195 kilos de las R1 (semillas certificadas) frente a los 4.500 kilos de las R3.

En la parcela objeto de estudio de la provincia palentina los trigos se han comportado aún mejor que las cebadas, si comparamos sus variantes certificadas respecto a las R3. Hemos podido comprobar in situ que la nascencia de las semillas de calidad ha sido muy buena y por lo tanto su nivel de germinación, además de su desarrollo ante la presencia de hongos por el efecto de las elevadas precipitaciones de una campaña como la actual, lo que ha supuesto rendimientos 21 % superiores en las R1 respecto a las R3. Concretamente, los trigos certificados han dado rendimientos de 7.794 kilos/ha y las variedades de reempleo de tercer año se han quedado, de media, en los 6.156 kilos/ha.

Como resumen de los datos obtenidos, y con los resultados finales tras analizar lo cosechado en las parcelas, UPA confirma en esta campaña 2024/2025 las ventajas que tiene a nivel de resultados el uso de una semilla de calidad R1 e incluso una R2 acondicionada legalmente respecto a otras opciones. En este sentido, reiteramos lo fundamental que resultan las nuevas técnicas científicas y de investigación para responder al cambio climático, que ya afecta al campo, y que tanto nos preocupa a los profesionales del sector agrario.

Los campos demostrativos del 2025 en tres parcelas muy distintas entre sí, y en zonas que nada tienen que ver unas con otras, nos confirman que la ciencia, la tecnología y el desarrollo en materia de investigación de semillas aplicada al sector primario es la base para la agricultura del presente y del futuro en una región eminentemente cerealista como Castilla y León.