Crece la crispación en Medinaceli por la suspensión del Toro Júbilo

La suspensión por parte de un juzgado de Soria del tradicional Toro Júbilo de la localidad soriana de Medinaceli previsto para este sábado -el único toro de fuego que se celebra en Castilla y León y declarado espectáculo taurino tradicional por existir constancia documental de su celebración desde el siglo XVI-, ha encendido los ánimos de los vecinos de la zona y de los amantes de la tauromaquia.

Un ambiente que se está caldeando cada día que ha pasado desde que el pasado martes el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Soria estimara la solicitud de medida cautelarísima instada por el partido animalista PACMA contra este festejo suspendiendo en la práctica su celebración justo el día en el que la Junta lo había autorizado.

El alcalde de la localidad, Gregorio Miguel, decía el miércoles que había recibido con "tristeza y desolación" la noticia de la suspensión porque estaba todo en marcha para su celebración este sábado, pero también y sobre todo con "profunda indignación", ya que considera que la Justicia, que ha antepuesto el bienestar del animal a una tradición de siglos, no es igual para todos. "Nos consideramos ciudadanos de segunda", apuntaba, en alusión a que este tipo de festejos se celebran en otras muchas partes de España, sobre todo en Cataluña, en los que el toro "sufre mucho más que en Medinaceli" y no se han prohibido.

Los vecinos de la localidad están con su alcalde en este asunto y no arrojarán la toalla tan fácilmente. De momento, se echarán a la calle el sábado para dar a conocer su malestar. Convocada por la Asociación Toro Jubilo de Medinaceli, la concentración se realizará a las nueve de la noche en la plaza Mayor de la localidad en defensa de la tradición y pretende unir a personas amantes de este acto y de la tauromaquia de toda España.

Esta protesta hará frente a la concentración convocada por el PACMA frente al Ayuntamiento bajo el lema 'Apaguemos el fuego de la tortura' que pretende seguir metiendo presión para que el festejo se suprima definitivamente.

Una protesta que mantienen a pesar de las amenazas e insultos que los animalistas dicen haber recibido estos días a través de sus redes sociales, tras haber logrado la suspensión del Toro Júbilo.

Entre las amenazas que han recogido hay una de una persona que les dice: “Qué valientes sois a cinco días del festejo por aquí os esperamos a ver quién ríe el último hijos de la gran puta” y “sois unos hijos de puta muriéndose gente en Valencia y vosotros preocupándoos por un toro”.

"La violencia verbal y las amenazas solo alimentan la teoría de que la violencia contra los animales deriva en violencia generalizada", apuntan en un comunicado desde el Pacma, desde donde avanzan que seguirán defendiendo los derechos de los animales.

Ante este creciente clima de crispación que se está viviendo en Medinaceli, la Guardia Civil desplegará un amplio dispositivo este sábado en el municipio para garantizar la seguridad ante ambas concentraciones.

Desde la Subdelegación del Gobierno y la Junta apelan a la tranquilidad y la paz y que se respete las opiniones de todos para evitar cualquier tipo de conflicto.

Aunque las concentraciones por este motivo se vienen celebrando desde hace varios años, este año adquieren un carácter diferente tras la decisión del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº1 de Soria de suspender cautelarmente el Toro Jubilo 2024 a petición de PACMA.

Una tradición ancestral

el Toro Jubilo de Medinaceli coincide siempre con el día anterior a la festividad religiosa en honor de San Arcadio, Eutiquiano, Pascasio, Paulino y Probo, mártires cuyas reliquias, tal y como cuenta la tradición, fueron llevadas desde África a la villa medinense sobre un toro que portaba teas encendidas en sus cuernos.

Durante la celebración del rito del Toro Jubilo -término que proviene de sacrificio jubilar y jubileo o indulgencia, no de júbilo- el animal es atado a un madero y recubierto todo su cuerpo de barro arcilloso para evitar, según los organizadores, quemaduras.

En su cornamenta, los mozos colocan un asta metálica (gamella o astilla), que luce dos grandes bolas de pez, elaboradas con estopa, aguarrás y azufre, que son encendidas antes de liberar al toro, siempre cerca de la medianoche