Sociedad
Fervor y religiosidad en la coronación de la Virgen de los Dolores de Valladolid
El alcalde Jesús Julio Carnero destaca que "los vallisoletanos somos guardianes de nuestro Museo Nacional de Escultura, de cada penitencial y del resto de iglesias, así como de ese museo viviente, indescriptible, que es nuestra Semana Santa"
El fervor de los vallisoletanos y la religiosidad fueron protagonistas en una jornada inolvidable para la ciudad de Valladolid, en la que la grandeza de la Semana Santa de Valladolid volvió por unas horas, al acoger una emotiva coronación canónica de Nuestra Señora de los Dolores, una talla de Gregorio Fernández que ya ha cumplido cuatro siglos. El rito litúrgico dio comienzo con una Misa Pontifical presidida por el arzobispo de Valladolid, Luis Javier Argüello, en la Catedral, y donde se procedió a la coronación.
Después tuvo lugar una procesión de la imagen por las calles vallisoletanas que estuvo acompañada por la banda de Cornetas y Tambores ‘Pureza’ y la banda y coro de la escuela municipal de Música de Valladolid. El recorrido estuvo marcado por las diferentes imágenes de las cofradías con las que cuenta la ciudad.
Así, en la procesión participaron en total 22 congregaciones: las cofradías Penitencial y Sacramental de la Sagrada Cena, Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, de la Exaltación de la Cruz, de Nuestra Señora del Carmen, de las Siete Palabras, del Santo Entierro, Penitencial de la Sagrada Pasión, de la Santa Cruz Desnuda, de la Santa Vera Cruz (Palencia), Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias, del Pino (Olmedo), Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de Nuestra Señora del Carmen de Extramuros, de la Preciosísima Sangre, de Nuestra Señora de Fuentes (Villalón de Campos), del Santo Sepulcro, El Descendimiento, de la Oración del Huerto, de Nuestra Señora del Pilar y Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad, así como la Hermandad de N.P. Jesús Atado a la Columna y la Hermandad de Nuestra Señora de San Lorenzo.
Además, en la Plaza Mayor tuvo lugar un acto en el que el alcalde, Jesús Julio Carnero, destacó como la madera policromada se ha convertido en seña de identidad de la ciudad. “Los vallisoletanos somos guardianes de nuestro Museo Nacional de Escultura, de cada penitencial y del resto de iglesias que atesora maderas, así como de ese museo viviente, indescriptible, que es nuestra Semana Santa”.
“Ese fervor por la madera, por el arte, por la creación artística exclusiva, hace que nos sintamos orgullosos, pero también responsables, porque esa herencia ha sido entregada a Valladolid y por eso Valladolid se entrega a su cuidado”, añadió el regidor.
Por último, el alcalde cerró su intervención recordando “algo radicalmente importante” como ha sido la acción social materializada por la Cofradía de la Vera Cruz con ocasión de estetiempo de coronación y que se ha traducido en cuatro proyectos que van destinados a losmás necesitados en Tierra Santa, Madagascar, Palestina y a la Red Incola. “En esta Coronación hay también solidaridad, ternura, es decir la razón más esencial, originaria y primigenia de una Cofradía y a la que nunca ha sido ajena la penitencial más antigua de Valladolid, la Vera Cruz”, subrayó Carnero.
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