El fragmento más grande de la Cruz de Cristo ya está en León

La Catedral de León se vistió este sábado 20 de abril con sus mejores galas para recibir la Lignum Crucis de Liébana, el fragmento más grande de la Cruz de Cristo que se venera desde el año 828 en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, que está en peregrinación hasta la Diócesis de Astorga después de que el pasado domingo se celebrara la clausura del 74 Año Santo Lebaniego.

El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, fue el encargado de recibir la reliquia en el atrio de la Pulchra Leonina de manos del obispo de Santander, Arturo Ros, para su posterior traslado en procesión bajo palio hasta el presbiterio del templo, donde presidió la celebración de una aucaristía especial que concluyó con el ritual de veneración a la reliquia de Liébana.

Tras concluir la liturgia y el rito de veneración, también en procesión bajo palio, el obispo Luis Ángel de las Heras llevó de nuevo la reliquia hasta el atrio de la Catedral, donde hizo entrega de ella a Arturo Ros, para que, junto con todos los integrantes, continuasen la peregrinación para llegar a la Catedral de Astorga a las 17 horas, donde será recibida por el prelado asturicense, Jesús Fernández.

Será a última hora de la tarde hoy cuando la Lignum Crucis sea trasladada en procesión hasta el Seminario Diocesano, donde a primera hora de mañana podrá ser venerado por cuantos deseen visitarlo. A las 11.30 horas regresará de nuevo en procesión a la Catedral de Astorga, donde se ofrecerá una misa estacional antes de su partida hacia la parroquia de San Justo de la Vega.

La celebración de este sábado 20 de abril con la Lignum crucis en la Catedral de León supuso un signo eclesial de la histórica vinculación de la Diócesis de León con el valle de Liébana, territorio integrado en la planta diocesana hasta mediados del siglo XX, como cortesía de la Diócesis de Astorga en la petición del traslado de la preciada reliquia durante dos días justo al concluir el Año Santo Lebaniego, dada la histórica devoción que sitúa en el siglo V el traslado desde Tierra Santa del mayor trozo de la Santísima Cruz que se venera en toda la cristiandad hasta Astorga por iniciativa del obispo asturicense Santo Toribio.

El acontecimiento replicó al vivido en el primer templo de la Diócesis de León el 5 de mayo de 2018, cuando el obispo Julián López fue el encargado de recibir la reliquia y en su homilía agradeció a su entonces homólogo de Santander, Manuel Sánchez Monge, “el gesto de fraternidad eclesial entre ambas comunidades por el regreso de la Santa Cruz a León”, algo que no sucedía desde al año 1971, informa Ical.