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Cultura
La antigüedad de la huella digital hallada en el Abrigo de San Lázaro (Segovia) revela la capacidad simbólica de los neandertales en la Península Ibérica.
Así lo cree y así lo ha contado este lunes el consejero de Cultura, Turismo y Deportes, Gonzalo Santonja, durante la presentación del nuevo descubrimiento que, en su opinión, contribuye al conocimiento global sobre la evolución humana y representa un “notable” avance en la comprensión del comportamiento simbólico de los antepasados.
Santonja no se olvidaba de la importancia del Abrigo del Molino, cuyo estudio, decía, ha proporcionado una de las secuencias cronoestratigráficas del Paleolítico Medio Final, apoyada por un singular evento de paleoinundación, lo que motivó su declaración como Lugar de Interés Geológico, si bien, apuntaba que el Abrigo de San Lázaro es el que presenta la mayor riqueza arqueológica del conjunto.
"El hallazgo constituye el objeto simbólico más antiguo conocido en Europa que contiene una huella dactilar neandertal marcada con pigmento", señalaba el consejero, mientras explicaba que se trata de un canto rodado de roca granítica depositado en el interior del abrigo por los neandertales hace aproximadamente 43.000 años, en el cual se pintó un punto rojo.
Acompañado del alcalde de la ciudad, José Mazarías, de los investigadores del departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la universidad Complutense de Madrid y de miembros de la Comisaría General de Policía Científica de la Policía Nacional, Santonja insistía en que su excepcionalidad radica en que, en el punto pintado con ocre en la superficie del canto, se ha identificado “claramente” una huella dactilar humana mediante técnicas multiespectrales e identificación forense.
“Representa la evidencia más completa y antigua de una huella humana en Europa, que destaca a su vez el uso deliberado del pigmento con propósitos simbólicos, lo que hace que esta pieza sea única y excepcional”, añadía, en declaraciones recogidas por Ical.
Además, cabe señalar que el estudio científico, mediante técnicas como la microscopía electrónica de barrido y análisis multiespectrales, ha demostrado que este objeto fue manipulado intencionalmente para fines no utilitarios. Así, su descubrimiento arroja luz sobre la capacidad simbólica de los neandertales “sugiriendo que podían proyectar pensamientos abstractos sobre objetos materiales”, apuntaba el consejero.
En junio de 2022 se extrajo de este yacimiento un objeto que puede considerarse la pieza “más antigua” de arte mobiliar que se conoce en todo el continente europeo. “Las circunstancias de la aparición de u objeto de piedra manipulado y pintado de forma intencional en un nivel con ocupación neandertal no alterado en modo alguno, convierten a esta pieza en un elemento de singular relevancia para el estudio de este colectivo”, destacaba Santonja.
Asimismo, resaltaba como a lo largo de estos años y en la actualidad, “los abrigos del Molino y de San Lázaro se han convertido en referencias culturales para el municipio, a través de las continuas actividades de promoción y divulgación desarrolladas por el equipo de investigadores” que lo convirtieron en una de las señas de identidad de Segovia. También reiteró el compromiso de la Consejería con actividades de investigación arqueológica que se desarrollan en la provincia y anunció que está previsto conceder ayudas a las entidades locales y promotoras de dichas actividades.
En abril de 2025 se declararon Zona Arqueológica Los Abrigos del molino y San Lázaro de Segovia como Bien de Interés Cultural. Los yacimientos del valle del Eresma. Lugares que, según el consejero, representan, uno de los más excepcionales conjuntos de yacimientos arqueológicos documentado en la península ibérica para el estudio de los neandertales.
Por su parte, afirmaba que en el ámbito de Castilla y León “no se encuentra otro caso similar” ni por su cronología, ni por la importante concentración de yacimientos complementarios. Esta zona comprende en total cuatro yacimientos prehistóricos, tres de ellos con restos de ocupaciones y uno que ha arrojado restos del bronce antiguo.
El primero de ellos conocido como la cueva de La Tarascona, excavado en 1932 y donde fueron recuperados varios restos humanos con ajuares de tipo campaniforme, y que además es la cueva de mayor tamaño y envergadura de toda el área.
En 2012 se descubrió el Abrigo del Molino y, dos años más tarde, los yacimientos del Abrigo del Molino superior y del Abrigo de San Lázaro, que situaron desde ese momento a este conjunto como una referencia “imprescindible” para el estudio de las ocupaciones neandertales de Castilla y León.
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