
Curiosidades
La leyenda Real del pueblo entre cascadas más bonito de España
Un pequeño municipio que puede presumir, además, de contar con la fábrica más antigua

Castilla y León puede presumir de ser, con 2.248, la región con más municipios de España. La mayoría de ellos, además, de pequeño tamaño y habitados por unas decenas o cientos de personas.
Lugares todos ellos singulares y con encanto, en los que el turista que busque nuevas sensaciones puede perderse unos días y desconectar del mundanal ruido mientras disfruta de su patrimonio, de la naturaleza en su esplendor, sobre todo ahora en primavera, y cómo no, de su exquisita gastronomía.
Y es que no hay pueblo de Castilla y León, por pequeño que sea, que no tenga algún monumento, joya artística, leyenda o algo que comer y beber que haga de su visita algo obligatorio alguna vez enn la vida.
Una de estas pequeñas poblaciones con encanto se encuentra en la provincia de Burgos, y más en concreto en la comarca de Las Merindades y en las inmediaciones de la ciudad más pequeña de España -a la que pertenece desde 1489-, en un enclave estratégico en el que la naturaleza está en constante ebullición.
Se trata de Tobera, y lo más curioso y espectacular a la vez de esta localidad, y que es lo que hace única a las demás, es que se encuentra ubicada entre dos cascadas y al amparo del río Molinar, cuya corriente crece junto a un desfiladero impresionante en el que hay hasta cinco saltos de agua a cada cual más espectacular.
Una pequeña villa donde puentes y caminos de piedra se entrecruzan con pintorescas y características construcciones que no dejan indiferente al visitante, y cuya banda sonora es el fluir del aguapor este río, cuya fuerza motriz se ha aprovechado durante siglos para generar energía mediante unos molinos, de ahí su nombre, que hicieron que el pueblo creciera también de la mano de la producción de papel.
Una "fábrica", además, que está considerada como la más antigua de España, por cuanto está fechada en el siglo XII, en plena Edad Media.
Un pueblo con pasado romano también, ya que contaba con una importante y estratégica vía de comunicación o calzada romana que unía esta zona y La Bureba burgalesa con el norte de España y el mar, a través de los puertos del Cantábrico.
Las cascadas y gargantas que el río Molinar son lo más característico de Tobera, si bien en este municipios hay otras muchas cosas que hablan de la importancia de este lugar, que fue también paso de los peregrinos que se dirigían hacia Santiago de Compostela.
La ermita de Santa María de la Hoz, con ocho siglos de historia a sus espaldas y de estilo tardorrómanico, es una de las joyas de Tobera. Este templo se levantó en el siglo XIII sobre los restos de una iglesia anterior.
También destaca la ermita del Cristo de los Remedios, fechada en el siglo XVII, y que junto con el puente romano-medieval que atraviesa el río, ofrece al visitante una estampa que no se encuentra en ningún otro rincón del planeta tierra.
Un templo en el que sobrevuela una leyenda Real o de la realeza que la hace especial. Y es que se cuenta por estos lares que cierto día que pasaba junto a este templo por el puente el correo de la reina cabalgando a lomos de su caballo, el animal se desbocó tras ser sorprendido por una serpiente que intentó atacarle.
El mensajero real, preso de los nervios y temeroso, sacó su espada para intentar hacer frente a la serpiente al tiempo que se puso a rezar una oración para pedir al Cristo de los Remedios que el ofidio pudiera desaparecer. Cosa que logró.
A su llegada al destino, el mensajero le contó a la reina lo que había pasado y esta, agradecida, mandó erigir el santuario, cuyo altar fue el predecesor del actual. Y, para recordar los peligros del camino, en su interior se decidió guardar una talla con la imagen del reptil, que está colocada en una vitrina, justo debajo del Cristo de los Remedios.
Para los amantes del senderismo, Tobera también tiene su encanto. Unas escaleras de piedra junto al puente romano es el punto de partida de la ruta de las cascadas, en cuyo recorrido se pueden ver los diversos saltos de agua. Se trata de una ruta circular no muy complicada para disfrutar en familia se puede realizar por el trayecto corto, unos 25 minutos o el largo, de unos 40.
Pasear por Tobera, uno de lo spueblos más bonitos de España, es también una delicia. Sobre todo para conocer las casas y construcciones que sirven de miradores estratégicamente situados y destaca también su lavadero medieval junto al río, en el que antiguamente se lavaba la ropa, muy cerca de una zona conocida como "Las Fuentecillas", por las pequeñas pero caudalosas fuentes que la habitan.
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