Medio rural
El pueblo más culto de España, víctima también de la exclusión financiera
El próximo viernes se quedará sin el único cajero que hay para poder sacar dinero en efectivo y realizar gestiones bancarias
"Lamentablemente hoy hemos recibido un correo del grupo bancario propietario del cajero automático que tenemos en Urueña que el próximo viernes se procederá a la retirada definitiva del mismo. La batalla del mundo rural contra los bancos está perdida de antemano".
Así de escueto y de contundente ha sido el mensaje que el Ayuntamiento de la localidad vallisoletana de Urueña -la Villa del Libro de Valladolid,, ha lanzado en su perfil social de la red "X", antigua Twitter, que se ha hecho viral rápidamente, donde los usuarios se han posicionado mostrando su malestar por este hecho, y lo que supone para los apenas cerca de doscientos vecinos del municipio, la mayoría, además, personas mayores.
Un cierre del único cajero existente en la localidad, de Unicaja Banco, que no es el primero que se produce ni será el último tal y como está cambiando el panorama financiera, y que se ha convertido en uno de los principales problemas que azota al medio rural, en lo que se ha denominado como exclusión financiera, que obliga a los habitantes a tener que desplazarse a otros sitios a para hacer les gestiones bancarias, como cobrar la pensión, en la mayoría de los casos, con las dificultades que ello conlleva al ser gente mayor en la mayoría de los casos, por lo que necesitan de la ayuda de familiares o amigos de confianza para ello. Lo que supone otro problema.
Y es que el cierre de oficinas bancarias en España es una triste realidad desde hace unos años, y que se ha agravado aún más si cabe con la pandemia -se estima en más de 1.700 las sucursales que han echado el cierre en todo el país mientras que en Castilla y León ya no existen alrededor de la mitad de las que había- lo que está provocando un panorama ciertamente desalentador en el medio rural principalmente, precisamente cuando más se está hablando de la lucha contra la despoblación, de ayudar a la España que se vacía y del reto demográfico, lo que supone un contrasentido.
Muchos municipios de la España del interior, con Castilla y León a la cabeza, se han quedado sin acceso a dinero en efectivo, y tampoco pueden pagar con tarjeta o mediante bizum, ahora tan de moda tras la crisis sanitaria, porque carecen de conexión a internet de calidad o de cobertura móvil a lo que hay que sumar el hecho de que al cerrarse la caja o el banco que aún quedaba en su municipio, han perdido, además, a una persona de confianza que les echaba una mano en sus finanzas.
Nada más conocerse la noticia triste del fin del cajero, la cuenta del ayuntamiento está recibiendo numerosos mensajes, la mayoría de gente solidarizándose con el municipio y en contra de las entidades financieras por esta política de cierre de cajeros o de oficinas bancarias en los pueblos pequeños, e incluso hay algún internauta que defiende una banca pública que pueda evitar esta situación.
Urueña está considerado como el pueblo más culto de España por el número de librerías y museos con los que cuenta en proporción a sus habitantes, apenas 188 censados. De hecho, hay nueve librerías y espacios dedicados al mundo de la lectura y la literatura. Los distintos comercios están especializados en temáticas: viajes, periodismo, cine, infantil, naturaleza, mundo rural, etnografía... Destacan las librerías Páramo y El Rincón, en las que se pueden encontrar libros antiguos y descatalogados. Además cuenta con el Centro e-LEA Miguel Delibes, un espacio de 1300 metros cuadrados dedicado a la lectura, la escritura y sus aplicaciones.
Durante el año se realizan exposiciones, talleres, presentaciones de libros, conferencias, debates y simposios literarios. Aunque a partir del viernes no podrán sacar dinero del cajero.
Se complementa la oferta cultural con el museo del cuento colección Rosana Largo. La primera librería que se abrió en Urueña fue Alcaraván hace 30 años. El resto de comercios literarios abrieron en 2007.
El proyecto comenzó gracias a la iniciativa de la Diputación de Valladolid, que, siguiendo los referentes de otros países europeos como Hay-on-Wye en Gales, buscaban un pueblo de la provincia para poder plasmar el mismo proyecto. La villa escogida fue Urueña debido al legado cultural y artístico que desde hacía años caracterizaba al pueblo con equipamientos reconocidos como la Fundación Joaquín Díaz, el museo de la música, estudios de grabación, encuadernación y maquetación gráfica.
Pero el problema no es solo ahora para los vecinos, ya que esta Villa es muy turística. Actualmente cada año pasan por Urueña más de 25.000 turistas motivados por diferentes ‘inputs’ literarios y visitan el pueblo ya sea por encontrar libros de temática muy concreta, asistir a presentaciones de libros en exclusiva o por celebrar congresos y certámenes relacionados con el mundo de las letras. Turistas que ahora no podrán sacar dinero del cajero que se mantiene en principio hasta el viernes según ha anunciado el Ayuntamiento.
Soluciones posibles
De cara al futuro más inmediato, una de las opciones para no dejar el pueblo sin cajero es que sea la Diputación de Valladolid la que pueda instalar allí un cajero, como ocurre desde hace dos años en localidades sin oficina bancaria como Alcazarén, San Miguel del Arroyo, Matapozuelos, La Pedraja de Portillo y Valdestillas
Para el resto de los municipios que no cuentan con oficina bancaria, la Diputación ha puesto en marcha el servicio de cajero que se desplazará para hacer llegar a los vecinos el servicio de retirada de efectivo, siendo una solución unificada a los vecinos de 175 municipios, 87 son menores de 125 habitantes y 88 mayores de 125 habitantes.
En los primeros, la frecuencia será de una vez al mes y, en los segundos, los de más 125 habitantes, como es el caso de Urueña, la frecuencia será de dos veces al mes.
En Salamanca, por ejemplo, están los bibliobuses que utiliza la Diputación de Salamanca para llevar la cultura, mediante libros, música o películas a los pueblos que carecen de una biblioteca estable en el municipio, y a los que se ha instalado un cajero automático en ellos que gestiona Prosegur Cash, compañía de logística y gestión del efectivo. De esta forma se aprovechan las rutas de bibliobuses ya en marcha por la provincia para este fin cultural para que los habitantes del medio rural puedan disponer de efectivo
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