Torra y Puigdemont se reúnen en Waterloo

El independentismo, que ha recobrado un peso determinante para facilitar la gobernabilidad del Estado, ha mantenido una mañana llena de actividad. Por un lado, Quim Torra y Carles Puigdemont se han reunido en Bélgica, y, por otro, ERC y JxCat han mantenido un encuentro en el Parlament para tantear una postura común en un hipotético debate de investidura de Pedro Sánchez, aunque, de momento, ambas formaciones se mantienen en el "no".

La reunión entre Torra y Puigdemont se ha producido bajo un estricto secretismo. El encuentro, avanzado por el “Ara” y confirmado por fuentes de la Generalitat a este diario, no consta en la agenda oficial del president y ha tenido un carácter “privado”, según las mismas fuentes. Ambos dirigentes políticos se ven por primera vez después de las últimas semanas convulsas en Cataluña, con la sentencia del "procés" y las elecciones generales del 10-N. Lo cierto es que la cita tiene lugar en un escenario en el que el independentismo debe abordar qué hacer ante la gobernabilidad del Estado y en la política catalana, cada vez más próxima a unas elecciones después del juicio a Torra.

De hecho, Puigdemont se ha pronunciado a través de las redes sociales sobre un eventual gobierno estatal y ha avisado de que las negociaciones con Madrid no se pueden limitar únicamente a facilitar el desbloqueo con la investidura, sino que la legislatura tiene mucho más recorrido.

El encuentro entre miembros de ERC y JxCat en el Parlament también ha estado rodeado de gran discreción y busca urdir un posicionamiento conjunto ante la investidura. Ambas formaciones tienen la voluntad de entenderse en este aspecto y las negociaciones seguirán durante los próximos días, aunque es cierto que las diferencias son también evidentes. Los republicanos, más posibilistas, apuestan por volver a Pedralbes -una documento sellado por Gobierno y Govern el 20 de diciembre que les comprometía a encontrar una "solución democrática" dentro de un marco de "seguridad jurídica"- como punto de partida para entablar una negociación con el Gobierno, que se materializaría a través de una mesa de negociación "sin condiciones" para solucionar la crisis política, fijando un calendario y unas garantías para que se cumplan los acuerdos.

Mientras tanto, los neoconvergentes, más ambiciosos, abogan por la declaración de la Lonja de Mar -firmada por 12 partidos soberanistas de todo el Estado en favor del derecho de autodeterminación y la libertad de los presos- como punto de partida.

La posición oficial del Govern, en este sentido, coincide con la de ERC. Damià Calvet, portavoz accidental del Govern en la rueda de prensa de ayer, consideró que la declaración de Pedralbes debe erigirse en la referencia para iniciar una negociación para investir a Sánchez.