Ada Colau
Colau da carpetazo a la sucursal del Hermitage en Barcelona
El gobierno municipal asegura que “los proyectos deben adaptarse a la ciudad y no la ciudad a los proyectos”
Que a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, le hacía poca gracia abrir una sucursal del Hermitage en la ciudad era un secreto a voces. Pero faltaba darle la puntilla. Y así ha sido. El gobierno municipal ha hecho oficial su negativa a construir el museo en la nueva bocana del puerto, tal como prevé el proyecto inicial, con las conclusiones de cuatro informes en la mano. Los documentos en cuestión descartan el museo por los problemas urbanísticos, de movilidad, económicos y culturales que supone.
Así las cosas, el informe urbanístico advierte de las "dificultades desde el punto de vista de la del urbanismo y la seguridad". La ubicación elegida, al final del paseo Joan de Borbó, junto al hotel Vela y la nueva marina, compromete los accesos de los servicios de emergencia o evacuación en caso de accidente, e incluso apunta al riesgo de “inundabilidad” de la zona en caso de temporales en un contexto de cambio climático.
Tampoco el informe cultural es favorable al proyecto, por el hecho de que Barcelona no necesita una franquicia cultural como el Hermitage de San Petersburgo, que no precisa ni aclara qué tipo de obras se exihibirían en el museo.
A tenor de estos informes, el consistorio barcelonés cita posibles emplazamientos más adecuados para el Hermitage, como el Parc de la Ciutadella, el edificio Imax del Port Vell, o incluso el recinto del Poble Espanyol. En todo caso, el no del ayuntamiento no es definitivo. En caso de que los promotores de la iniciativa cambien la ubicación volverían a replantearse la idoneidad del proyecto, que sería tratado como “una iniciativa económica más”, en palabras de la segunda teniente de alcalde y concejal de Sostenibilidad, Janet Sanz. “Los proyectos deben adaptarse a la ciudad y no la ciudad a los proyectos”, ha destacado Sanz.
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