El Govern revisará las restricciones vigentes aunque alerta de la “preocupación” por el colapso hospitalario

La Generalitat revisará la semana que viene las severas restricciones vigentes en Cataluña, donde hay decretado un confinamiento municipal -los catalanes no pueden salir de su ciudad de residencia-, la restauración sólo puede abrir cuatro horas repartidas hasta mediodía, los comercios no esenciales deben cerrar el fin de semana y el toque de queda sigue fijado a las 22.00 horas. Las medidas se mantienen de momento hasta el 7 de febrero, aunque en los próximos días el comité técnico que gestiona la pandemia evaluará las cifras y decidirá hay que alargarlas o es momento de empezarlas a relajar a partir del 8.

La clave está en la situación hospitalaria, al borde del colapso por el alto número de ingresos por coronavirus (3.009) y de pacientes en las UCI (alrededor de 691). Un problema que se agrava teniendo en cuenta que los enfermos en las UCI por otras patologías son 400, lo que suman casi 1.100 camas llenas, “prácticamente la totalidad de las disponibles”. “Las cifras son preocupantes”, ha admitido este mediodía la portavoz Meritxell Budó en rueda de prensa tras la reunión semanal del gabinete.

Por contra, la velocidad de transmisión de la enfermedad se mantiene por debajo de 1, lo que indica que la enfermedad no está en periodo expansión. La Generalitat lo explica de la siguiente manera: “Hemos doblegado la curva, pero nos hemos instalado en una especie de rellano y lo que hay que hacer es ir hacia abajo”. Una realidad, la de la tercera ola, que coincide de lleno con la campaña electoral que empieza este jueves y que terminará con los comicios del 14-F si el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ratifica la convocatoria.

El Govern, además, defiende que las restricciones “están funcionando” y habrá que ver cómo evoluciona la pandemia la próxima semana. Preguntada sobre el cierre del sector del comercio y la restauración, la portavoz Budó ha respondido a las críticas de los sectores afectados y ha defendido que la necesidad de adoptar las medidas vigentes: “No son sectores de riesgo, pero hay que reducir la movilidad y la interacción social”.