Así queda el nuevo Govern de Aragonès: 12 caras nuevas con respecto al pasado mandato

Pere Aragonès tomó ayer posesión y hoy se conocerán los 14 consellers que le acompañarán. El núcleo duro de Puigdemont se ha desmarcado del Govern –caso de Elsa Artadi para vicepresidencia y Economía y Josep Rius para Exteriores– y las tensiones internas en Junts han retrasado la fumata blanca definitiva.

En cuanto a la Conselleria de Derechos Sociales, para la que correspondía a JxCat proponer candidato, recayó en Violant Cervera. A última hora de ayer se confirmaron tres nombres más: Natàlia Garriga, que fue gerente del Instituto de Empresas Culturales desde 2007 a 2016, dirigirá Cultura. La abogada Lourdes Ciuró ocupará Justicia y Gemma Geis, íntima colaboradora de Carles Puigdemont y cabeza de lista en Girona, estará en Investigación y Universidades.

Con estos movimientos, Aragonés tiene un quebradero de cabeza para encontrar encaje a Alba Vergès, la consellera de Salut que se sitúa fuera del Govern.

Jordi Puigneró será el nuevo vicepresidente y su elección es una declaración de intenciones: es un hombre cercano a Puigdemont que ha ganado el pulso a Damià Calvet que contaba con el apoyo de Josep Rull y Jordi Turull y su trayectoria permite comprobar que forma parte del ala dura del independentismo.

Defensor de la tesis de que Colón es catalán, en 2004 pidió a su partido (Convergència) que hiciera campaña contra la Constitución europea si no incluía la oficialidad del idioma catalán. Más recientemente, también se ha caracterizado por sus actos administrativos en favor de la República Digital y tuvo un papel destacado en la organización del 1-O Puigneró ha ido ganando enteros en Junts.

Proveniente de la vieja Convergència, tuvo responsabilidades en el partido y en el ayuntamiento de Sant Cugat, donde el equipo de gobierno formado por ERC, PSC y CUP, con el apoyo de Ciudadanos, se ha personado en el caso del 3% que afecta a la localidad y que ha tenido repercusión en las arcas municipales. Su perfil dista mucho del perfil de Aragonés y se convertirá en el hombre fuerte de Puigdemont en el Govern –la vicepresidencia le concederá una gran proyección política–.

ERC ha designado a dos independientes. Joan Ignasi Elena en Interior y Tània Verge en Feminismos e Igualdad. Elena fue alcalde de Vilanova y diputado del PSC, abandonando el partido por diferencias sobre el derecho a decidir. Es un hombre muy cercano a Oriol Junqueras que ya quiso que entrara en el anterior gobierno en Salud. Tania Verge fue síndica electoral del 1-0 hasta la intervención del Tribunal Constitucional que amenazó a los síndicos con una multa de 12.000 euros diarios.

El núcleo duro de Aragonés en el Gobierno lo formarán la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, exalcaldesa de Santpedor y persona muy vinculada con Junqueras, y el que fuera president del Parlament, Roger Torrent, que ahora pasará a desempeñar las funciones de conseller de Empresa y Trabajo, una unificación de ambos departamentos solicitada reiteradamente por sindicatos y empresarios. La actual consellera de Agricultura y Alimentación, Teresa Jordà, sigue en el Govern ampliando sus competencias con Acción Climática, y Josep González Cambray asumirá Educación, donde hasta ahora había desempeñado la dirección de Centros Públicos.

Junts per Catalunya también ha optado por independientes para asumir las consejerías que el entorno de Puigdemont rechaza. Jaume Giró, ex director general de la Fundació La Caixa, asumirá Economía aunque rechazó vicepresidencia, Victoria Alsina, actual «embajadora» en EEUU asumirá Exteriores y Transparencia y el doctor Josep Maria Argimón se hará cargo de Salud después de liderar con éxito la última etapa de la pandemia poniendo orden en la gestión.

El nuevo Govern tendrá portavoz sin cargo de conseller. Se hará cargo de estas funciones la periodista Raquel Sans que encabezó la lista republicana por Tarragona. Además de las consejerías vacantes también lo está la joya de la corona: la Secretaria de Difusión que será ocupada por una persona de Junts para sustituir a Miquel Martín Gamisans, ERC, que la ha desempeñado en los últimos años.

La Secretaría es la que controla el presupuesto que el Govern destina a los medios de comunicación y que tiene una guerra soterrada entre los diferentes sectores de Junts. El secretario general, Jordi Sánchez, ha impuesto sus criterios en esta batalla por el Gobierno. Desde el acuerdo a los candidatos. Sin embargo, ha dejado varios muertos en el armario y ha pisado muchos callos.

Mientras el nuevo ejecutivo acaba de definirse, Aragonès tomó ayer posesión en una ceremonia celebrada por la tarde en el Palau de la Generalitat que permitió visualizar diversos detalles: el principal, el deshielo y la apertura de una nueva etapa en las relaciones entre la Generalitat y el Gobierno que escenificó la presencia del ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, en el acto. A la anterior toma de posesión de Quim Torra no hubo presencia de la Moncloa. Con el poder de la Generalitat en la mano de Esquerra, todo apunta a que el diálogo entre administraciones podrá ser más fluido. Otro detalle más es el discurso de Aragonès: mucho más conciliador que su antecesor, aunque advirtió que su objetivo es «hacer inevitable» la autodeterminación y la amnistía», y mucho más centrado en la gestión que en el «procés».