ANC
Una diada en la zona cero de los disturbios independentistas y justo antes de la mesa de diálogo
El 11-S recorrerá plaza Urquinaona y Via Laietana hasta el Parlament, escenarios de las últimas protestas y disturbios del independentismo
La ANC está decidida a volver a la calle para movilizar al independentismo desde la base, un objetivo coincidiendo con la nueva etapa política que se avecina tras llegada de Pere Aragonès a la Generalitat, la excarcelación de los indultados del «procés» y la apuesta por la negociación con el Gobierno, Y la Diada del 11 de septiembre vuelve a situarse como el mejor de sus horizontes para tratar reactivar un movimiento que ha dado evidentes señales de desfallecimiento en los últimos meses: la entidad montará una manifestación que recorrerá el centro de la capital catalana, zona cero de las protestas –pasará por Urquinaona, Via Laietana, el parque de la Ciutadella y terminará a las puertas del Parlament– bajo el lema «Lluitem i guanyem la independència» («Luchemos y ganemos la independencia») con el objetivo de reivindicar su única estrategia, la vía unilateral.
La cita será doble y este año se prevén más protestas para el cuarto aniversario del 1-O (un viernes) que se alargarán todo el fin de semana hasta el 3 de octubre, día de la huelga general del independentismo en 2017 que acabó con el discurso del Rey Felipe VI, objeto de fuertes reprimendas y algaradas por parte del movimiento.
Ambas manifestaciones, que las entidades –además de la ANC la apoyan Òmnium Cultural de Jordi Cuixart y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI)– buscan encabezar para volver a recuperar el pulso de la calle, coincidirán con la reanudación de la mesa del diálogo entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la Generalitat de Pere Aragonès. Un encuentro aún sin día concreto, aunque previsto y acordado en la Moncloa para la semana del 13 de septiembre en Barcelona, dos días después de la Diada, que este año cae en sábado. Por tanto, el foro entre la Generalitat y el Gobierno se citará en la capital catalana justo después del 11-S y antes de la citada protesta del independentismo para rememorar la consulta ilegal del 1-O.
«El referéndum fue una victoria épica del pueblo movilizado unido con la determinación de las instituciones», avisó ayer la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, poniendo el acento en la autodeterminación y la unilateralidad que la entidad tiene como hoja de ruta única. E insistió: la manifestación busca «activar el frente popular» por la independencia y «recuperar las calles» para «presionar al frente institucional».
Un mensaje que servirá de advertencia al propio president Aragonès después de que su partido, Esquerra, aparcara públicamente la vía unilateral en boca de Oriol Junqueras antes de los indultos del Gobierno de Pedro Sánchez, gesto muy criticado por la propia ANC. De hecho, la entidad independentista ha cargado con dureza en varias ocasiones contra la mesa de diálogo, no cree en su viabilidad y apuesta decididamente por la «desobediencia persistente» contra el Estado. Por tanto, la Diada de este año servirá para presionar directamente a los partidos, en especial a Esquerra, y tratar de asfixiar desde la calle la apuesta por el diálogo y la negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Sobre el recorrido, la protesta de la ANC volverá al corazón de la capital catalana y empezará justo antes de la confluencia de la calle Pau Claris con plaza de Urquinaona, escenario de las protestas y disturbios del independentismo más radical coincidiendo con el juicio y la sentencia del «procés». Seguidamente, bajará por Via Laietana –donde se encuentra la Jefatura Superior de Policía, otro de los puntos calientes de las concentraciones–, girará por la avenida del Marquès de l’Argentera –donde está la estación de Francia– y terminará en el parque de la Ciutadella, a las puertas del Parlament.
En este sentido, la ANC esgrime que la concentración empezará en Urquinaona por la presencia del monumento a Rafael Casanova –punto de ofrendas florales y tributos institucionales durante la jornada del 11-S–, aunque la céntrica plaza barcelonesa fue el epicentro de los graves disturbios de los CDR y varios grupúsculos radicales hace dos años, en octubre de 2019.
Sobre las protestas organizadas para el 1-O, aún se desconocen los detalles aunque la entidad ya deja claros sus objetivos: «Reivindicaremos la victoria de la autodeterminación, homenajearemos los más de 3.000 represaliados». Un aviso para empezar a calentar el otoño y tratar de reanimar el movimiento después del pinchazo del independentismo en las últimas manifestaciones convocadas, especialmente en los actos de protesta ante las sucesivas visitas del Rey Felipe VI a Cataluña, en las que apenas se han concentrado un centenar de manifiestantes.
La Diada del año pasado estuvo fuertemente condicionada por las limitaciones de la pandemia y no es representativa pese a celebrarse a las puertas de la segunda ola y sin ninguna vacuna a punto. Sí lo es la de 2019: hace dos años, la cita congregó a 600.000 personas, un 40% menos que la de 2018, la primera tras el 1-O. Para este septiembre, la ANC asegura que se adaptará y respetará los protocolos antiCovid vigentes en ese momento.
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