Pandemia
La pandemia multiplica las peticiones de alimentos a la Cruz Roja
3 de cada 4 personas que piden ayuda a la entidad benéfica son mujeres
Creu Roja Catalunya ha alertado de que 4 de cada 10 familias atendidas (44,4%) a raíz de la pandemia no había pedido nunca ayuda a ninguna entidad para cubrir las necesidades básicas, y que el 61,5% de las atendidas ha demandado ayuda a Creu Roja por primera vez.
Son datos del informe del Observatorio de Creu Roja ‘El impacto del Covid-19 en la alimentación del hogar’, presentado este viernes por el presidente de la entidad Josep Quitet, junto con otros representantes de la ONG en Cataluña y que ha analizado la situación de 1.012 familias con hijos receptoras de ayudas entre el 31 de mayo el 21 de junio de este año.
Entre el perfil de las familias encuestadas, la coordinadora de Creu Roja en Tarragona, Anna Sabaté, ha detallado que el 75% de los usuarios que piden ayuda son mujeres; por franjas de edad, un 42% están entre 30 y 40 años; la media de habitantes por hogar es de 4; y 1 de cada 3 familias son monoparentales formadas mayoritariamente por mujeres con sus hijos.
Quitet ha alertado de que “hay que volver a hablar de recién llegados a la exclusión”, igual que en la crisis del 2008 y ha apuntado que, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en Catalunya (AROPE --por sus siglas en inglés--), se sitúa por encima del 26%.
La responsable del Observatorio, Pilar Millán, ha lamentado que el 66% de las familias encuestadas sufren algún grado --en la escala de ELCSA-- de inseguridad alimentaria pese al apoyo de las entidades, y el 12,7% de los casos llegan a la inseguridad alimentaria severa: “Esto implica que en estos hogares la inseguridad alimentaria afecta a los niños, que dejan de comer una vez al día o comen menos de lo que deberían”, ha detallado.
El informe también pone de manifiesto que el 70% de las familias tiene 2 o más hijos y el 45% de ellos no dispone de beca comedor para ninguno de ellos: “Muchas familias nunca habían tenido que pedir ayuda y, a medio curso, desconocían los procedimientos”, ha explicado el coordinador de Creu Roja Catalunya, Enric Morist, que ha instado a los servicios sociales a dar respuesta a esta situación.
“Nos preocupa muchísimo la dependencia de las ayudas”, ha dicho el presidente de la entidad, que ha explicado que la procedencia mayoritaria de los ingresos en el 40% de los casos procede de las prestaciones y ha añadido que hay que trabajar para que el Ingreso Mínimo Vital o la Renta Garantizada de Ciudadanía lleguen a todo el mundo porque, en sus palabras, ya hay peligro de desborde humanitario.
Según el informe, la mitad de las familias reciben comida de las entidades y más del 90% de los encuestados considera que su familia necesitará la ayuda de Creu Roja en los próximos meses para cubrir las necesidades básicas.
Desde Creu Roja, prevén una recuperación lenta de estos perfiles y Quintet ha recordado que la ayuda humanitaria y las prestaciones permanentes generan desigualdades: “Tenemos que trabajar en la recuperación de estas personas con tiempo y de forma poliédrica desde el apoyo emocional o la inserción laboral, entre otras”, ha zanjado.
Millán ha planteado como retos de la entidad en su futuro más cercano seguir reforzando los proyectos de ayuda humanitaria así como el acompañamiento de estas personas en sus derechos: “Cuando se encuentran por primera vez en situación de exclusión, ni siquiera saben acceder a las ayudas de la administración y de las entidades sociales”.
El año pasado, por estas fechas, la Cruz Roja en Cataluña distribuyó 2,5 millones de kilos de alimentos entre personas vulnerables dentro de la segunda fase del Programa 2020 de Ayuda Alimentaria, que se llevó a cabo desde mediados de octubre hasta el mes de diciembre. La organización trabajó con más de 280 entidades participantes para repartir alimentos a más de 124.000 personas.
Este programa, cofinanciado en un 85% por el Fondo de Ayuda Europeo para las Personas más Desfavorecidas (FEAD) y en un 15% por el presupuesto estatal, conllevó la distribución total de más de 12 millones de kilos de alimentos en todo Cataluña y 88,4 millones en todo el Estado.
La distribución de los alimentos la llevó a cabo la Cruz Roja y la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), un 50% cada organización. Desde los centros de almacenamiento de las dos entidades se distribuyeron los productos a las organizaciones asociadas de reparto, que los hicieron llegar a las personas más desfavorecidas, de manera que estas pudieran preparar fácilmente una comida completa para una persona o para una familia con varios miembros, incluidos bebés.d.
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