La Generalitat dice ahora que no ha pedido el cierre del ocio nocturno

La secretaria de Salud Pública de la Generalitat, Carmen Cabezas, ha aclarado hoyque el Govern solicitó aval judicial al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para reintroducir el toque de queda, la limitación de reuniones a 10 personas y la reducción del 70% de los aforos en lugares de culto, con lo que ni el cierre del ocio nocturno ni las restricciones de aforo en otros sectores forman parte de la petición.

Lo ha dicho este jueves en una entrevista en Rac1, después de conocer que la Fiscalía Superior de Cataluña se ha opuesto a las medidas para las que el Govern pidió el aval con el objetivo de frenar los contagios de covid-19.

De no autorizar la limitación de reuniones a 10 personas, la medida quedaría como una recomendación --ha explicado Cabezas-- mientras que el toque de queda se cambiaría por una limitación horaria en varios sectores: los restaurantes tendrían que cerrar a las 0.30 horas, ha detallado.

“El TSJC es el que sabe de estos temas. Nosotros proponemos una medida y aplicaremos lo que nos digan”, ha añadido la secretaria de Salud Pública sobre el toque de queda.

El Govern ha propuesto imponer un toque de queda 1 a 6 de la madrugada en municipios de más de 10.000 personas y con una incidencia acumulada de más de 250 casos por 100.000 habitantes en siete días.

Por su parte, laFederación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración (Fecasarm) impugnará ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) las nuevas medidas sanitarias en la restauración y el ocio nocturno para contener los contagios de covid-19 y pedirá a los magistrados su suspensión cautelar.

Lo ha explicado en un comunicado este martes, después de que la Generalitat anunciara que desde el viernes limitará de nuevo las reuniones a un máximo de diez personas, rebajará el aforo máximo de la restauración al 50% en interiores, cerrará el ocio nocturno y pedirá aval judicial para decretar el toque de queda entre las 1 y las 6 horas, entre otras medidas.

La patronal ha lamentado que la Generalitat haya adoptado estas medidas sin preaviso, “con nocturnidad y alevosía, cuando todos los locales tenían mesas reservadas, entradas y zonas VIP vendidas”, y ha sostenido que el cierre del sector provocará un aumento de los botellones ilegales.

El secretario general de Fecasarm, Joaquim Boadas, considera una “contradicción” que el Govern reintroduzca restricciones dos meses después de aprobar el certificado covid para el ocio nocturno y la restauración, entre otros sectores, lo que defiende que ha estimulado la vacunación.

“Esperamos que el TSJC no avale el toque de queda nocturno y que, por otro lado, acepte suspender las restricciones impuestas a la restauración y el ocio nocturno”, ha añadido.

La patronal ha asegurado que el ocio nocturno encadena 21 meses de restricciones y que las ayudas que ha recibido de la Generalitat “no llegan a cubrir ni un 1% de las pérdidas”.

La semana pasada, la Fecasarm puso en valor que el ocio nocturno y la restauración “promueven la vacunación”, en un comunicado de la entidad.

Aseguró que instaurar restricciones a estos sectores la “ralentizaría, fomentaría las actividades sin control y aumentaría los casos graves” de covid-19.

Recordó también que la obligación certificado covid para acceder a los locales “ha provocado en los últimos dos meses un aumento importante de la demanda para vacunarse”.

Por ello, pidió una reunión “urgente” con la Conselleria de Salud de la Generalitat para evitar precipitación en la toma de decisiones que afecten al sector.

Reclamó que se “siga con la estrategia inteligente” de usar la restauración y el ocio nocturno como principal reclamo para que la gente se vacune.

La venta de entradas de Fin de Año en el ocio nocturno superaba los datos de 2019, ya que los locales ya han vendido el 60% de las entradas disponibles, frente al 40% de hace dos años, según datos de la Fecasarm.

En un comunicado reciente, la patronal ha explicado que este aumento se debe a que la gente tiene ganas de una celebración en un discoteca porque hace un año no lo pudieron hacer.

Boadas señaló que la gente tiene miedo de quedarse sin entrada y no poder celebrar la entrada al nuevo año en un espacio “legal y seguro”.