Urbanismo cuestionado

La Fiscalía investiga la “supermanzana” de Colau

Salvem Barcelona considera que se podría haber cometido un delito contra la ordenación del territorio

La "supermanzana" del Eixample
La "supermanzana" del EixampleEuropa Press

La Fiscalía ha abierto una investigación sobre el proyecto de la ‘supermanzana’ del Eixample de Barcelona a raíz de una denuncia de la plataforma Salvem Barcelona.

Fuentes de la Fiscalía han explicado que este jueves se ha firmado el decreto para empezar la investigación.

La semana pasada, Salvem Barcelona presentó la denuncia contra el proyecto urbanístico al considerar que el Ayuntamiento podría haber cometido un delito contra la ordenación del territorio.

El proyecto prevé cambios en las calles Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona para hacer ejes más verdes, y está previsto que las obras empiecen este junio.

‘Superilla Barcelona’ es uno de los principales proyectos del Gobierno de Colau, con el que prevé ganar 58.000 metros cuadrados para el peatón en este mandato.

Las supermanzanas, o superislas, de Ada Colau en Barcelona parten de un presupuesto disuasorio. Es decir, Su implantación favorece el transporte alternativo, como las bicicletas, y consigue que mucha gente prescinda del coche. Cuando ese presupuesto no se cumple, sin embargo, la superisla descongestiona una zona y congestiona otra al concentrar el tráfico en un mismo punto. Esa es la conclusión a la que ha llegado el RACC en su último informe. La supermanzana del Eixample tendrá “un impacto negativo” sobre el tráfico del distrito ya que, en 2023, incrementará el tráfico en un 26%, mientras que en 2030 llegará al 55%.

El proyecto del Ayuntamiento pasa por convertir los cruces de Consell de Cent con Girona y Comte Borrell se en espacios cívicos y de actividades, mientras que los de Rocafort y Enrique Granados serán plazas ajardinadas en una nueva vuelta de tuerca de las supermanzanas. La previsión es que los proyectos ejecutivos de cada eje y plaza terminen en febrero de 2022 para poder empezar las obras en junio del próximo año, con una inversión de 37,8 millones de euros este mandato.

En cifras absolutas, la superisla provocará colas de hasta 22,7 km en hora punta, en vez de los 14,6 km actuales: “Habrá más ruido y más contaminación”, ha denunciado el presidente del RACC, Josep Mateu. Las calles que notarán más el impacto negativo de la supermanzana del Eixample son el eje Conde de Urgell–avenida de Sarrià (con un incremento de tráfico del 60%), la Gran Via (con un incremento del 53%) o la calle del Consell de Cent, dentro del proyecto de la supermanzana, que recibirá un 56% más de coches.

El RACC también avisa de que habrá incrementos destacados de tráfico en otras calles del entorno de la supermanzana del Eixample, en especial los que van en sentido mar-montaña, como Viladomat o Vilamarí. Según los últimos datos consultados por la entidad automovilística, unos 360.000 vehículos circulan todos los días por el distrito.

Para evitar que se llegue a una situación de colapso, el RACC pide al Ayuntamiento de Barcelona que medite el calendario de implantación de la supermanzana. En concreto, Josep Mateu ha instado a que “haya un calendario consensuado entre administraciones” para dar tiempo a mejorar el transporte público, especialmente Cercanías: “Es evidente que hasta que no se haya resuelto Cercanías, no se pueden hacer implantaciones que afecten al tráfico”.