El PSC confía en salvar la alianza de Esquerra con el Gobierno

El espionaje destapado por “The New Yorker” ha sacudido la política española. El caso impacta directamente sobre la estabilidad del Gobierno porque afecta a Esquerra y Bildu, socios imprescindibles para la Moncloa, y está por ver qué consecuencias acaba teniendo. De momento, Pere Aragonès anda guardando equilibrios porque, a pesar de haber elevado el tono contra el Gobierno, ha evitado cruzar la línea roja de la ruptura. Y, en este sentido, el PSC confía que se mantenga ahí y se acabe salvando el apoyo de ERC al Gobierno.

“Confío en el presidente Aragonès, confío en su inteligencia para ser crítico, pero no romper puentes que han tardado en construirse”, ha señalado la portavoz del PSC, Alícia Romero, este viernes en el Parlament. Romero ha evitado dar detalles de los pasos que dará el Gobierno para desinflamar esta crisis entre administraciones, más allá de remitirse a la comparecencia de la ministra de Defensa Margarita Robles, pero también ha querido avisar de que todo esto no puede desviar tampoco la atención del Govern a los problemas de los ciudadanos.

Romero desconoce cuándo se producirá la reunión “cara a cara” entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, pero sí ha insistido en la “voluntad clara de dialogar” del Gobierno. “Debe haber la inteligencia suficiente y necesaria para no romper los puentes. El president está siendo suficientemente prudente y hace bien”, ha reivindicado Romero.

Lo cierto es que la legislatura española está tomando rumbo hacia el final y tampoco quedan iniciativas legislativas determinantes (los presupuestos se pueden prorrogar para 2023), pero sí pueden ir apareciendo escollos. Por ejemplo, el decreto de medidas económicas para combatir los efectos de la guerra en Ucrania se votará la semana que viene en el Congreso y ahí Esquerra puede ser decisiva. Será difícil ver a los republicanos votando en contra porque es una medida con un impacto en la ciudadanía muy notable, pero si se acaban envenenando las relaciones, todo puede ocurrir.

En este sentido, continúa en la retina el voto en contra de la contrarreforma laboral de febrero. Esquerra cumplió finalmente su amenaza y dejó al Gobierno al borde del abismo. Por delante, también quedan otro tipo de leyes, como la de Vivienda, la de Seguridad Ciudadana o la de Memoria Histórica. Todas ellas tienen una alta carga simbólica, aunque puede concluir la legislatura sin su aprobación porque tampoco vienen exigidas por Bruselas, como sí lo era la contrarreforma laboral.