Para pasear
Los cinco escenarios cinematográficos imprescindibles de Barcelona
La capital catalana ha sido el decorado de numerosas producciones tanto nacionales como extranjeras
Barcelona es una ciudad de cine. No es un eslogan publicitario sino una constatación porque por sus calles se han paseado las cámaras de pequeñas producciones, pero también de algunos grandes fenómenos de Hollywood. Eso es lo que ha demostrado recientemente “Uncharted”, la cinta protagonizada por Tom Holland y Mark Wahlberg. Hagamos un pequeño paseo por la Barcelona transformada en plató.
1. El Pueblo Español.
Resulta sorprende que un lugar como este, situado en la falda de la montaña de Montjuïc, formado por la reconstrucción de calles y monumentos españoles, pueda servir para recrear el Madrid de los años veinte. Pues eso es lo que sucede en “Little Ashes”, una película sobre la relación entre Federico García Lorca y Salvador Dalí, interpretados por Javier Beltrán y Robert Pattison, respectivamente. Este lugar sirve para reproducir las aventuras callejeras de los dos artistas, en ocasiones con la participación de Luis Buñuel, otro de los grandes amigos del célebre grupo de la Residencia de Estudiantes.
2. El Palau Nacional.
Sigamos en Montjuïc. Los pabellones del conjunto del Palau Nacional y que en el futuro formarán parte del recorrido del Museu Nacional d’Art de Catalunya (Mnac) recientemente han dado el salto a la gran pantalla de la mano de una superproducción de Hollywood. Ese es uno de los escenarios que encontramos en “Uncharted”, dirigida por Ruben Fleischer y que se basa en el videojuego homónimo. La película cuenta con una espectacular persecución en este espacio con Tom Holland y Mark Wahlberg y que merece ser vista en la gran pantalla.
3. El Gran Teatre del Liceu.
Mucho de lo que se ha vivido en el escenario del coliseo barcelonés podría dar para una película. Pero en 1963, el visionario productor Samuel Bronston fue el encargado de que España acogiera algunas grandes superproducciones en suelo hispano, como “El Cid” o “55 días en Pequín”. A Barcelona llevó el rodaje de “El fabuloso mundo del circo”, protagonizada por todo un mito como era John Wayne donde encarna a Matt Masters, un empresario estadounidense que es propietario de un gran circo con el que realiza una importante gira por Europa. El circo de Masters/Wayne se ubicó en el Liceu.
4. Casa Batlló.
A veces Hollywood no puede rodar en algunas localizaciones por tratarse de edificios protegidos o, simplemente, porque es imposible colocar una cámara en ese emplazamiento. Así que ante la imposibilidad de rodar, lo que se puede hacer es reconstruir ese espacio en un estudio, aunque esté se encuentre a miles de kilómetros del emplazamiento original. Eso es lo que sucedió con “Casper”, la película basada en el célebre fantasma y que contaba con Steven Spielberg como uno de sus productores. La casa en la que vivía el fantasma tenía el aspecto de la Casa Batlló de Gaudí hasta el punto de copiar algunas de sus habitaciones y el mobiliario creado por el mítico arquitecto.
5. La Fundació Tàpies.
Tardará mucho tiempo en olvidarse el gran lío que se formó en Barcelona cuando Woody Allen vino a la ciudad para filmar “Vicky Cristina Barcelona”. No era la primera vez que se colaba en la gran pantalla algún espacio barcelonés de la mano de Allen. En el documental que se dedicó a su gira musical, “Wild Man Blues”, encontrábamos el Palau de la Música o el antiguo Hotel Ritz -con un peculiar desayuno con tortilla de patatas- como espacios. La comedia que rodó en 2008 probablemente no sea una de sus mejores obras, pero sí recoge lo mejor de Barcelona, en muchos casos fotografiado con el cuidado del maestro Javier Aguirresarobe, como sucede con la Fundació Tàpies en la que hace un cameo el periodista Jordi Basté.
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