Carmen Balcells tiene nombre de plaza

Carmen Balcells, gracias a su labor como agente literaria, fue una de las responsables de poner a Barcelona en el mapa literario y convertirla en capital editorial. De su mano vinieron a la ciudad, e incluso vivieron en ella, nombres como los de Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa, dos de los pilares del llamado «Boom». Solo por eso ya se merecía que un espacio de la capital catalana llevara su nombre, algo que finalmente se hará realidad en breve.

El teniente de alcalde de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad, Jordi Martí, anunció ayer que la comisión de nomenclátor municipal aprobará esta tarde que la plaza que se genere delante de la biblioteca dedicada al autor de «Cien años de soledad», entre las calles Concili de Trento y Treball, llevará el nombre de Balcells.

Tras conocerse la noticia, este diario se puso en contacto con Luis Miguel Palomares, hijo de Carmen Balcells y hoy el máximo responsable de la agencia literaria que fundó su madre. «Es muy emocionante. La idea original era que la calle Concili de Trento cambiara de nombre, pero eso suponía un lógico dolor de cabeza para los vecinos. La solución que se ha buscado es brillante y ahora la Biblioteca Gabriel García Máquez estará situada en el número 1 de la plaza Carmen Balcells», dijo Palomares.

Cuando se le pregunta si de esta manera la ciudad paga la deuda que podía tener con Balcells, el hijo de la agente literaria asegura que «he sentido que había una deuda, pero también estaba sintiendo que había un olvido. Recuerde que cuando murió madre [en 2015] se anunció que la biblioteca provincial llevaría su nombre. Sin embargo, a medida que han pasado los años y varios directores generales del libro, la cosa se ha ido alargando. Con el actual ministro de Cultura, Miquel Iceta, se está reviviendo la propuesta de la biblioteca, pero ya no se ha vuelto a hablar del nombre», lamentó Luis Miguel Palomares.

En su momento, Jaume Collboni reclamó para Barcelona el legado de la superagente literaria, además de pedir que la biblioteca provincial, que debería construirse en unos terrenos situados junto a la estación de Francia, se llamara Carmen Balcells. Fue en ese momento cuando surgió la posibilidad de que algunos materiales del archivo de Balcells pudieran formar parte de la tan esperada y deseada biblioteca provincial. Sin embargo, hoy con tantos retrasos a sus espaldas, parece que eso no se podrá materializar. «Madre hizo cesión de parte de su archivo al Ministerio de Cultura que ahora está en el Archivo General de la Administración, en Alcalá de Henares. Van a un ritmo muy lento ordenando esos fondos. La idea es que una parte fuera compartidas, pero ha habido tantos líos con lo de la biblioteca provincial que veremos en qué quedan», comentó.