Infraestructura deseada
La Biblioteca Provincial de Barcelona será una realidad en 2027 tras años de retraso
El próximo día 14 empiezan las obras para derrocar el edificio en el que estará la esperada infraestructura
En 1989, el entonces ministro de Cultura Jorge Semprún fue el primero en proponer que Barcelona debía tener una gran biblioteca pública a la manera de las que existen en las grandes capitales europeas o en Nueva York. La iniciativa fue acogida con entusiasmo, aunque los problemas han ido retrasando el proyecto. El primer espacio escogido, el antiguo Mercado del Born, pronto se vio imposible al aparecer un importante conjunto arqueológico. No fue hasta 2010 que se aprobó, tras un concurso, el proyecto arquitectónico del despacho de Josep Maria Miró y que ubicaría el edificio junto a la Estación de Francia, pero todo volvió a quedar dormido tras una última reunión en 2014. No fue hasta septiembre del año pasado que las tres administraciones vinculadas a la biblioteca (Ministerio de Cultura, Departament de Cultura y Ayuntamiento de Barcelona) se sentaron. Finalmente hoy se da el paso de gigante necesario.
El próximo día 14 se iniciarán las obras para la demolición del edificio existente en el solar en el que estará ubicada la biblioteca. Son las viejas oficinas de Correos junto a la Estación de Francia. El ministro de cultura, Miquel Iceta, junto con la consellera Natàlia Garriga y el teniente de alcalde Jordi Martí presentaron el impulso final a este proyecto que supondrá un coste de 55 millones de euros. “Es la mayor inversión que hace el Estado en la construcción de una biblioteca desde hace 125 años”, dijo Iceta quien también dijo que será la de mayor tamaño, con un total de 16.000 metros cuadrados. “Es un proyecto que queremos que sea lo más abierto posible, un espacio de reflexión, de estudio, de conocimiento”, dijo el titular de Cultura.
Las obras se iniciarán el próximo año y está previsto que concluyan en 2027. Una vez el edificio esté acabado, la gestión del mismo pasará a manos de la Generalitat.
Se mantiene la propuesta arquitectónica aceptada en 2010, “un espacio flexible para conseguir el confort desde muchos puntos de vista, que estará al servicio del entorno”, subrayó Josep Maria Miró. La biblioteca dialogará con la Ciutadella, un parque que en los próximos años conocerá también una importante remodelación por parte del Ayuntamiento de Barcelona. Prueba de ello es que en las últimas semanas se han empezado los trabajos para conservar algunos lugares de la Ciutadella que estaban degradados desde hacía tiempo, como el invernadero.
En lo que todavía no hay acuerdo es en el nombre del espacio. En su momento, desde el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni propuso que fuera bautizada con el nombre de la agente literaria Carmen Balcells añadiendo que esto podría ayudar a que sus archivos estuvieran en este centro. Sin embargo, Iceta prefirió ayer “no especular públicamente” sobre el nombre, aunque apostó por que fuera el de alguien que se haya significado en el mundo de la cultura y, especialmente, en el de la lectura.
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