Municipal

La tensa espera por los presupuestos de Barcelona tras la ruptura del Govern

Colau tiende la mano a Pere Aragonès para desencallar la situación: «Es necesario el diálogo en todas las instituciones»

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau
La alcaldesa de Barcelona, Ada ColauEUROPA PRESSEUROPA PRESS

Todo estaba listo para la presentación esta semana de los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona. El proyecto, al menos, con el acuerdo entre los dos socios de gobierno, comunes y PSC. La crisis en el seno de la Generalitat, sin embargo, hizo saltar todo por los aires. Los partidos implicados en una eventual negociación recogieron velas a la espera de acontecimientos. Al fin y al cabo, no es lo mismo que ERC necesite de comunes y socialistas para sacar adelante sus propias cuentas. Así, tras la espantada de Junts, pero con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, parece que todo vuelve a la casilla de salida. Los socios de gobierno ya intentan marcar perfil propio y Junts, quizás, ha perdido a su hipotético candidato, Xavier Trias, que parecía supeditar su decisión a la continuidad del partido en la Generalitat.

Para las cuentas municipales de 2022, el pacto entre En Comú Podem y ERC en el Parlament ya hizo cambiar el voto de los republicanos en el Ayuntamiento. Tras votar en contra del presupuesto municipal en el primer trámite, el grupo de Ernest Maragall se abstuvo en la aprobación definitiva forzado por el acuerdo con los comunes en el Parlament.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en cualquier caso, no ha tardado en tender la mano y ayer se pronunció al respecto. Colau señaló que Cataluña necesita «un Govern que no sea débil, que responda a la nueva etapa que hace falta abrir», por lo que ha instado al president de la Generalitat, Pere Aragonès, a conseguir mayorías amplias y progresistas. Añadió que «el Ayuntamiento de Barcelona está plenamente dispuesto a ayudar y colaborar con total lealtad institucional, con la voluntad de fortalecer los servicios públicos y el objetivo de dar estabilidad, certezas y capacidad para atender el futuro».

Lo cierto es que el viernes, Colau se reunió para tratar de desencallar los presupuestos de Barcelona con el presidente del PSC. Buenas palabras, pero ningún acuerdo.

No en vano, una importante repercusión de la ruptura del gobierno catalán es la negociación del presupuesto del 2023. Con un gobierno de ERC en solitario en la Generalitat, los de Pere Aragonès necesitarán el apoyo de otros grupos (el PSC y los comunes) para sacar adelante las cuentas. El PSC ya se ofreció si el ejecutivo se rompía. Con este escenario, en Barcelona, el gobierno de comunes y socialistas en el Ayuntamiento puede pedir lo mismo al grupo de Ernest Maragall, que ERC apoye sus cuentas en el consistorio.

El presidente del grupo municipal de ERC, Ernest Maragall, por su parte, recogió el guante y aseguró que después de la salida de Junts del gobierno catalán, el nuevo gobierno republicano deberá ser «eficaz y coherente». Por eso, se mostró partidario de la colaboración institucional entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. El candidato a la alcaldía apuntó, en Twitter, que «hay que sumar» entre Generalitat y ayuntamientos en general, y entre Cataluña y Barcelona, en particular.