Formación universitaria

El 48,8% de los ocupadores tiene problemas para encontrar el perfil adecuado de empleado

Pese a que aprueban con un 7,5 sobre 10 la formación de los recién graduados del sistema Universitario Catalán, creen que éstos carecen de conocimientos prácticos y competencias que podrían adquirir con un mayor contacto con el mundo laboral

Estudiantes en la Universidad de Sevilla.
Los empleadores otorgan a las universidades un papel destacado en relación al aprendizaje del inglésEP

En términos generales, los empleadores están satisfechos con la formación que han recibido los titulados del Sistema Universitario Catalán (SUC) que han completado sus estudios en los dos últimos años, sin embargo, consideran que éstos deberían tener un mayor contacto con el mundo laboral antes de la salir de la universidad, donde además idealmente tendrían que poder reforzar ciertas competencias claves en el mundo profesional.

Así pues, tal y como pone de manifiesto el Informe de Ocupadores elaborado por AQU Cataluña, que entre sus objetivos busca generar conocimiento relevante acerca de la adecuación de la formación universitaria a las necesidades del mercado laboral, los empleadores valoran con un media de 7,5 puntos sobre 10 la formación de los graduados del SUC.

Requisitos más valorados

Entre los requisitos más demandados, el inglés es uno de los más importantes, pero solo para la mitad de los ocupadores y es que depende mucho del subámbito profesional del que se trate. Así, en TIC, Ciencias Experimentales y Matemáticas, Lenguas y Literaturas y Tecnologías Industriales, un nivel alto de este idioma es clave a la hora de conseguir trabajo, mientras que en especialidades como Psicología y Terapia, Enfermería y Salud o Intervención Social no es un requisito con un peso destacado.

Por contra, las prácticas en empresas, con una puntuación de 5,4 sobre 10, y la experiencia laboral, con 5,1 puntos, son las opciones más valoradas por los empleadores a la hora de contratar a los titulados universitarios. Por lo tanto, el haber estado en contacto con el mundo laboral es un requisito que juega muy a favor de los graduados a la hora de encontrar empleo, especialmente en aquellos sectores relacionados con los servicios a las personas, como Educación, Intervención Social, Enfermería y Salud o Psicología y Terapia.

La formación de corta duración, con 5 puntos sobre 10, y la de larga duración (4,6) están también muy bien consideradas, ya que favorecen la especialización y actualización profesional de los candidatos. De hecho, un tercio de los ocupadores que valoran la formación de corta duración durante el proceso de selección de recién titulados priorizan especialmente los cursos orientados a la especialización, mientras que en el caso de la de larga duración esa proporción corresponde al 70%.

Además, el informe revela también que las propuestas de formación más innovadoras, sobre todo aquellas que implican un contacto directo con el tejido productivo, como el grado universitario dual o la realización del trabajo de final de estudios en colaboración con empresas, mejoran la empleabilidad de los recién graduados. Así pues, en torno al 78% de los contratadores valora de forma más positiva el haber cursado un grado dual que uno tradicional.

Carencias del sistema

En cualquier caso, la realidad es que, tal y como indica el informe, el 48,4% de las ocupadores dice tener problemas para encontrar el perfil adecuado para el puesto que está buscando cubrir y los principales factores que les genera tal dificultad son la falta de personas tituladas en ámbitos concretos, especialmente en Salud, Ingenierías y Educación, algo que refiere el 45,7% de los empleadores, y la falta de competencias genéricas como responsabilidad, iniciativa. comunicación o flexibilidad (41,4%) o de aceptación de las condiciones laborales (38,7%) la iniciativa.

Asimismo, los empleadores consideran que las universidades no se presentan a día de hoy como agentes destacados en la oferta de formación a lo largo de la vida, algo que sí que hacen las empresas y otras organización no universitarias. Excepto en idiomas, ámbito en el que creen que la universidad proporciona el 50% de la formación a lo largo de la vida, en lo relativo a la formación práctica (10%), las competencias transversales o las herramientas tecnológicas y digitales, creen que la formación que ofrecen las empresas y otras organizaciones a los graduados es muy superior.

En este sentido, según los datos que revela este informe, para los empleadores, la formación universitaria debe mejorar en varias competencias tales como la resolución de problemas (53,5%), la formación práctica (46,3%), la planificación y organización (40,5%), el pensamiento crítico (35,9%) y el trabajo en equipo (34%).