Polémica

Abogados Cristianos se querella contra los promotores de la campana de la tarjeta T-Droga

La asociación denuncia un "delito contra la salud pública" de la Federació de Casals Joves de Catalunya

La polémica tarjeta
La polémica tarjeta Google

La asociación Abogados Cristianos se ha querellado en los juzgados de Barcelona contra la Federación de Casals Jóvenes de Cataluña por un delito contra la salud pública por su campaña "T-Drogues" y ha pedido la retirada cautelar del kit que reparten con una tarjeta plastificada y un canuto.

La querella, a la que ha tenido acceso acceso EFE y que todavía está pendiente de reparto, se dirige contra los miembros de la Secretaría Técnica de la Federación de Casals al concluir que con esta campaña, dirigida especialmente a los jóvenes, se "anima" y "promueve" el consumo de drogas ya que "da a entender" que sus riesgos no son importantes si hay "cierto control" o se aplican "determinadas medidas".

La campaña, que se inició en 2021, está impulsada por la Federació de Casals Joves de Catalunya -que agrupa a diferentes organizaciones juveniles- con el asesoramiento de la ONG Energy Control, un programa de intervención a partir de la reducción de riesgo en el consumo recreativo de la droga de la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD).

En el marco de esta campaña, se reparte una tarjeta "T-Drogues" -que emula a las del transporte público- con recomendaciones para el consumo de cocaína como "pica bien lo que vayas a tomar para una experiencia más segura", "cambia de fosa nasal de vez en cuando", "límpiate con agua tibia o serum la nariz después de cada viaje" o "los 'turulos' -para esnifar- son de uso unipersonal e intransferible".

En su querella, Abogados Cristianos resalta que la Federació de Casals recibió el pasado año 230.000 euros en subvenciones públicas, por lo que sostiene que ello supone "una presunción, un aval" de que lo que publica "lo hace por el bienestar y salud de los ciudadanos, en este caso de la juventud catalana".

Por el contrario, remarca que, pese a reconocer la existencia de riesgos en el consumo de drogas, la campaña no lo desaconseja.

"Comprobamos que se realizan orientaciones para que los ciudadanos, especialmente los jóvenes, procedan al consumo de drogas de una forma 'segura'. Parece dar a entender que el consumo de drogas es bueno y sus riesgos no son importantes ni provocan daño suficiente siempre que haya cierto control o se apliquen determinadas medidas", indica la querella.

"Por tanto, mientras se apliquen las medidas, para la Federación de Casales de Jóvenes de Cataluña el consumo de drogas es bueno y seguro", resalta el escrito.

Por este motivo, concluye que "la campaña en su conjunto supone promoción del consumo de drogas, pues en ningún momento desaconseja su consumo, sino que realiza una serie de 'recomendaciones' para llevarlo a cabo de una forma 'segura', pero, en cualquier caso, anima a realizarla".

Por este motivo, considera que los miembros de la Federación habría cometido un delito contra la salud pública al distribuir instrucciones y material "para drogarse". "La promoción del consumo de drogas es evidente", insiste la querella.

En su escrito, Abogados Cristianos pide como medida cautelar la suspensión de la campaña y que se retiren los 500 kits que integran una tarjeta plastificada que creen que sirve para hacer las rayas de cocaína, un canuto para esnifar y un suero para después limpiar las fosas nasales.

La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, ha asegurado en un comunicado que "no se puede consentir que desde las instituciones públicas se financie a organizaciones que promueven el consumo de drogas entre los jóvenes".

Por contra, la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD) defiende que supervisó la campaña de Casals de Joves hace tres años para ajustar los mensajes a su filosofía de reducción de riesgos, que implica "identificar, evaluar y gestionar los factores de riesgo para prevenir o reducir al mínimo sus potenciales daños".

La campaña de la federación Casals de Joves consistió en la edición de estas tarjetas informativas dirigidas a jóvenes consumidores que se han repartido en eventos y actos concretos, con el objetivo de dar información, tomar conciencia y sobre todo ayudar a reducir los riesgos.

ABD ha matizado que este tipo de material informativo "siempre va dirigido a personas que utilizan sustancias psicoactivas" y se reparte en espacios donde se produce el consumo.

Por lo tanto, "en ningún caso se puede considerar que los mensajes de reducción de riesgos induzcan al consumo, ya que se dirigen exclusivamente a personas que ya están consumiendo", ha añadido la organización.

Por su parte, Casals de Joves ha señalado que es una campaña destinada a jóvenes adultos, de 18 a 30 años, que consumen drogas.

La organización ha enfatizado que las tarjetas se entregan "únicamente a población usuaria o a personas educadoras que trabajan con esta población", por lo que es "un material especializado dirigido a un público específico".