Badalona ha experimentado un notable descenso en los actos vandálicos durante el primer trimestre de 2025, especialmente en lo que respecta a la quema de contenedores de basura. Según datos oficiales de la Guardia Urbana, durante los tres primeros meses del año se han incendiado 28 contenedores en toda la ciudad, una cifra que contrasta con los 69 registrados en el mismo periodo de 2024 y los 74 del primer trimestre de 2023. Esto supone una reducción del 59,4% respecto al año pasado y del 62,1% respecto al año anterior.

El alcalde del Partido Popular, Xavier García Albiol, ha celebrado estos datos a través de sus redes sociales, asegurando que “las medidas de presión contra la gentuza y los multireincidentes empiezan a dar resultado”. Pese a ello, ha subrayado que “no está satisfecho” porque todavía queda “muchísimo trabajo por delante”, aunque ha reconocido que la ciudad “va por el buen camino”.

Además de la caída en los contenedores quemados, el alcalde también ha destacado otro indicador: el aumento de las detenciones. En sus declaraciones, Albiol ha afirmado que durante el primer trimestre de 2025 se han producido más del doble de detenciones que en el mismo periodo de 2023, cuando el gobierno municipal estaba en manos del PSC, Comuns, ERC y Junts. Este incremento en la actividad policial ha sido atribuido al cambio de rumbo en las políticas de seguridad desde la llegada del actual ejecutivo local.

Desde el Ayuntamiento se ha insistido en que estos resultados no son casuales, sino fruto de una estrategia basada en la presión constante sobre los delincuentes reincidentes, una línea dura que ha sido uno de los ejes principales del discurso político de Albiol. El alcalde ha aprovechado también para felicitar públicamente a los cuerpos de seguridad implicados, tanto a la Guardia Urbana de Badalona como a los Mossos d’Esquadra, por su trabajo conjunto en la lucha contra el vandalismo y la criminalidad.

Mientras los datos avalan el discurso del alcalde, la oposición critica el tono beligerante de algunas de sus intervenciones, como cuando señala la nacionalidad de los delincuentes en redes sociales, y advierte de una política de seguridad que, en su opinión, podría estar enfocada más al rédito electoral que a un enfoque estructural de los problemas sociales. Sin embargo, los números parecen dar aire al relato del ejecutivo.