
Hispanofobia
Aumento histórico de denuncias por discriminación del castellano en Cataluña en 2025
Las quejas por vulneración de derechos lingüísticos han experimentado un incremento significativo en la última década, pasando de 86 en 2014 a más de 1.500 en 2024

Cataluña ha registrado en 2025 un récord de denuncias relacionadas con la discriminación del castellano, un fenómeno que preocupa a ciudadanos, asociaciones y expertos en derechos lingüísticos. Según datos recientes, las quejas por vulneración de derechos lingüísticos han experimentado un incremento significativo en la última década, pasando de 86 en 2014 a más de 1.500 en 2024, con un repunte máximo en 2023 de 1.874 denuncias, lo que refleja un clima cada vez más hostil hacia quienes utilizan el español en su vida cotidiana.
Los casos se han registrado tanto en el ámbito público como en el privado. En hospitales y centros de salud, se han documentado situaciones en las que pacientes fueron obligados a interactuar en catalán pese a haber solicitado atención en castellano. Por ejemplo, en octubre de 2024, una paciente del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona denunció que un médico se negó a atenderla si no hablaba catalán. De manera similar, en febrero de 2025, un paciente del EAP Tarragona 3 se vio obligado a mantener la comunicación en catalán a pesar de expresar su preferencia por el español.
En el sector privado, los problemas también son frecuentes. Empresarios de hostelería han denunciado inspecciones abiertas por la Generalitat debido a que su personal no hablaba catalán con el nivel exigido, generando tensiones sobre la obligatoriedad de esta lengua en el ámbito laboral y la libertad de elección lingüística de los trabajadores y clientes.
Estas situaciones han llevado a varias asociaciones cívicas a elevar la denuncia a organismos internacionales como la UNESCO, señalando la exclusión sistemática del castellano en la administración, la educación y los servicios públicos, y alertando sobre sus efectos negativos en la diversidad cultural, la cohesión social y los derechos individuales.
Expertos en derechos lingüísticos advierten que, aunque Cataluña cuenta con dos lenguas oficiales, el castellano no debería ser marginado en espacios públicos, educativos ni administrativos. La situación de 2025 evidencia la necesidad de garantizar la convivencia plena y equitativa de ambas lenguas, evitando que ciudadanos sean sancionados o discriminados por hablar español.
El aumento de denuncias este año subraya la urgencia de debatir políticas lingüísticas que respeten el derecho de los ciudadanos a usar su lengua materna sin obstáculos ni represalias, garantizando la igualdad de trato para todos los hablantes en Cataluña.
Pocas semanas atrás, el independentismo radical vandalizó la heladería "Dellaostia", en el barrio barcelonés de Gràcia, por no atender en castellano. La Associació Acció pel Català (AAC) también señalaba y denunciaba al café restaurante “Miracle” de Tarragona, situado en el n.º 3-B de la Rambla Nova, junto al Balcón del Mediterráneo, por no tener rotulados los carteles y la carta en catalán.
Pero la respuesta del propietario del establecimiento a dicha denuncia no se ha hecho esperar y se ha vuelto viral: “Llama a Puigdemont que venga a rotulármela”.
Por otro lado ha recibido el apoyo y la solidaridad de los no nacionalistas, más que hastiados de unas imposiciones lingüísticas que no cesan y de una total falta de libertad. Por ejemplo, Javier Allué decía en X: “Ya estamos como siempre con la misma banda… yo en mi despacho pongo el cartel como a mi me da la gana. Y nadie me tiene que decir como pongo mi rótulo…”.
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