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No sólo hay una fuente de Canaletes en Barcelona, ¿cuántas réplicas tiene?

El diseño del popular surtidor se llevó a cabo con motivo de la Exposición Universal de 1889

La afición blaugrana concentrada en Canaletes, hace demasiado tiempo, para celebrar un título de Liga
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Cuenta la leyenda que la tradición barcelonista de bajar en Canaletes tiene su origen en los años 30, cuando los seguidores del Barça acostumbraban a bajar a las Ramblas para enterarse de los resultados del partido. Por aquel entones la sede del diario “La Rambla” cerca de la fuente y en la entrada colocaban una pizarra con los partidos del día. Aunque ni la pizarra ni el diario existen, la tradición de bajar a la fuente Canaletas de la Rambla a comentar el partido y celebrar las victorias permanece hasta nuestros días.

La fuente de Canaletes es, probablemente y con el permiso de Montjuïc, la fuente más famosa de la capital catalana. Las victorias del FC Barcelona tienen una buena dosis de responsabilidad en esto. Sin brillar por su espectacularidad, sí responde a un momento muy concreto de la historia de la ciudad y amago un buen puñado de anécdotas. La fuente actual es de hierro, hecha en el siglo XIX y tiene cuatro manantiales. Está coronada por un farola de cuatro luces. En un ángulo de la fuente existe, además, un pequeño abrevadero para perros. Este modelo, llamado fuente farola, fue creado por el arquitecto municipal Pedro Falqués en 1889. En total en la ciudad hay otras 16 idénticas. Se pueden encontrar en plazas, jardines y calles de 8 distritos barceloneses.

Esta fuente da número a la parte más alta de la Rambla, junto a la plaza de Cataluña, que se conoce como la Rambla de Canaletes. El número proviene de una fuente que existía en el siglo XVI en la misma zona, donde el agua bajaba por unas canaletas, de ahí su número. La fuente original estaba ubicada en el patio del edificio de los Estudios Generales, precedentes de la Universidad de Barcelona. Al desaparecer este edificio, la fuente fue trasladada a la Rambla. El agua, originariamente, provenía de las minas de Collserola y entraba en la ciudad por el Portal del Ángel; desde allí un canal de cerámica quitaba el agua por la muralla hasta lo alto de la rambla, donde era la primera fuente en recibir el agua. Por eso, al ser la primera fuente, tenía fama de tener el agua más fresca.

Cuando se derribaron las murallas de Barcelona, se instaló una nueva fuente, cuya agua provenía de la Mina de Moncada. La fuente actual data de 1889, cuando el Ayuntamiento aprobó la instalación de una fuente farola. Suele decirse que «quien bebe de Canaletes, vuelve a la ciudad», de modo que todo el mundo a quien guste la ciudad o tenga motivos para volver a ella se acerca para beber como si fuera una superstición. Esta leyenda ha sido recogida por muchos cronistas, y algunos dan la versión que el agua de la fuente hechiza a quien la bebe y le despierta una gran pasión por la ciudad de Barcelona, impidiéndole marcharse.

Realizada en hierro colado, la fuente tiene una base circular sobre la que se alza una estructura en forma de copa con cuatro grifos que abocan el agua sobre cuatro sendas pilas circulares; sobre esta copa se levanta una columna rematada por cuatro farolas. Las copias fueron colocadas en varios lugares de la ciudad, como el Portal del Ángel, la calle Mayor de Gracia, la plaza de Sant Agustí Vell, la ronda de Sant Pau, la Gran Vía con Pau Claris, la plaza del Salidor, la plaza de la Barceloneta, la Gran Vía con la rambla de Cataluña (jardines de la Reina Victoria), la calle Major de Sant Andreu, la plazoleta de la riera de Sant Miquel, la plaza de Santes Creus, la plaza del Fénix, la avenida de Esplugues, la calle de Sant Adrià, la plaza de la Infancia y la Vía Trajana. Algunas de ellas ya han desaparecido, como la de Portal de Santa Madrona/Montserrat y la de la plaza de Tetuán.