Medio ambiente

La decadencia de las playas catalanas: 70 años perdiendo arena

El temporal Nelson, de hace unas semanas, hizo retroceder el litoral de Barcelona entre un 15 y un 30% y aspira a utilizar los fondos Next Generation para regenerarlo

Cornavirus.- El temporal en Badalona (Barcelona) deja al descubierto antiguas edificaciones en la playa
El temporal en Badalona (Barcelona) deja al descubierto antiguas edificaciones en la playa de la Barca MariaAYUNTAMIENTO DE BADALONA24/04/2020larazonAYUNTAMIENTO DE BADALONA

Durante las últimas siete décadas, aproximadamente dos de cada tres playas en Cataluña han experimentado una disminución en su extensión frente al mar, según datos preliminares de un estudio realizado por el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC). Esto equivale al 65% de las playas analizadas entre 1956 y 2019, un total de 319 de las 489 con información disponible. Por el contrario, un 35% (170 playas) han registrado un aumento en el mismo período.

Barcelona, por ejemplo, protegerá sus playas con ayuda de fondos europeos, específicamente los fondos Next Generation, destinados a impulsar la recuperación económica post Covid-19 en la Unión Europea. Estos recursos serán destinados a revitalizar las afectadas playas de la ciudad, que han sufrido pérdidas significativas de arena tras los recientes temporales de 2023.

La delicada situación de las playas barcelonesas ha sido objeto de preocupación durante años. Desde 2010, se han vertido más de 790.000 metros cúbicos de arena, pero la erosión ha continuado, resultando en la pérdida de aproximadamente 130.000 metros cuadrados de superficie de playa. Se estima que alrededor de 17.000 metros cúbicos de arena desaparecen anualmente, y a lo largo de dos décadas se han depositado más de un millón de metros cúbicos para contrarrestar esta erosión.

El suministro de arena para las playas proviene en su mayoría de dragados portuarios y yacimientos, aunque se están explorando otras soluciones para abordar el problema a largo plazo, como la incorporación de zonas urbanas a las playas y la creación de áreas inundables que ayuden a captar sedimentos. La previsión del Instituto de Ciencias del Mar sugiere que el aumento del nivel del mar requerirá el refuerzo de la mayoría de las estructuras costeras en el futuro.

El propio alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, explicaba hace dos semanas que las playas de Barcelona han perdido entre un 15 y 30% de su arena a consecuencia de la borrasca Nelson, que provocó daños en el litoral de la capital catalana. Ante esta pérdida de arena, el alcalde socialista afirmó que pedirá ayuda al gobierno de Pedro Sánchez para reponerla.

Regeneración

La regeneración de la arena forma parte del Plan Litoral del Ayuntamiento de Barcelona, que reconoce la naturaleza dinámica de las playas de la ciudad y busca mitigar los efectos de la erosión. A pesar de las obras de estabilización realizadas, las playas de Barcelona continúan perdiendo arena de manera significativa.

Pero no solo se trata de Barcelona. Las áreas más afectadas por esta regresión son el Baix y el Alt Empordà, donde alrededor del 70% de las playas han perdido terreno. Por el contrario, la mayoría de las playas en el área metropolitana de Barcelona han ampliado su extensión hacia el mar.

Jordi Pinyol, especialista en riesgos geológicos del ICGC, señala a la ACN que el desarrollo urbano a lo largo de la franja costera, que abarca el 59% de los primeros 100 metros de playa, dificulta la adaptación natural de las playas a las condiciones del oleaje. Además, la construcción de estructuras como puertos, diques y espigones ha aumentado la longitud de la costa catalana de 740 km en 1956 a 911 km en 2019.

El déficit sedimentario y el aumento del nivel del mar, que ha crecido en 10 centímetros en los últimos 30 años, son factores adicionales que contribuyen a esta tendencia regresiva en las playas catalanas.

Sin embargo, el ICGC advierte que estos datos son preliminares y requieren un análisis más detallado, además de que no se dispone de registros para todas las playas catalanas. Actualmente, se está trabajando en recopilar información recopilada desde 2020 para un estudio más completo.

En cuanto a las diferentes regiones, en el Baix Empordà y el Alt Empordà, la mayoría de las playas han experimentado una pérdida de arena, mientras que en el Baix Camp, el Tarragonès y la Selva también se observa una tendencia similar.

Por otro lado, el delta del Ebro es una de las zonas más afectadas, con una marcada pérdida de arena. La construcción de embalses ha alterado significativamente la morfología del río, lo que ha llevado a un retroceso de la desembocadura del río y cambios significativos en la línea costera, como el alargamiento de la Punta del Fangar hacia el este y el sur.