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Opinión

Bienvenido corazón rojo

David es vicepresidente del Parlament de Cataluña y el diputado más antiguo

El Parlament aplaude el regreso de David Pérez (PSC), que ve un "tesoro" en la sanidad pública EUROPA PRESSEUROPAPRESS

A David Pérez le gusta la política, a mí no, David Pérez es de izquierdas, yo no, David Pérez es socialista, yo no, David en mi amigo, y lógicamente yo suyo

Para quien no conozca la historia, David es vicepresidente del Parlament de Cataluña y el diputado más antiguo, lo conozco hace muchos años y el día que se inauguró la legislatura, el mismo de la aparición fantasma de Puigdemont, su corazón se colapsó, la realidad era mucho más grave de lo que podía suponerse y su peregrinación hospitalaria solo acabó cuando un donante permitió que le hicieran un trasplante.

Es posible que el donante fuera de derechas, de centro, independentista o de los suyos, fuese quien fuese, su generosidad, la que debemos tener todos, ha permitido recuperar su vida a un hombre bueno, y eso es lo importante, lo único importante.

Nos pasamos la vida angustiados, preocupados, tensos por nimiedades, nos agitamos por cualquier discrepancia, y hay muchos que solo ven los colores y no las personas, yo he tenido la fortuna de no ser así y David tampoco.

Cualquier miembro del Parlament sea del grupo que sea, daría fe de lo que digo, ahí están los aplausos que le dedicaron el día que se dirigió a la Cámara por primera vez, después de dos años el veteranísimo Vicepresidente.

Seguí su evolución médica a distancia, molestando lo menos posible, pero preocupado, hubo momentos en los que temí no poder volver a tomarme una caña con mi amigo sociata y poder escuchar de su boca con todo aprecio, “José María, pero mira que eres facha”, y entonces pedir otra cerveza con amigos comunes.

No sé si le hago un favor a David desvelando nuestra amistad, pero a su edad y a la mía nos podemos permitir el lujo de decir lo que nos dé la gana, y me da la sensación que a él su futuro político personal le importa un bledo, como lo que piensen de él aquellos que no le conocen.

Por mi parte espero con ganas que vuelva a tratar de convencerme de lo bien que lo está haciendo Illa, o incluso que me hable en términos elogiosos de Pedro Sánchez, y yo replicarle las ganas que tengo de que se vaya del Gobierno, conste que la política ocupa muy poco tiempo en nuestras comidas o cenas, la vida, y de eso, tanto David como yo sabemos bastante, suele ser el tema central, las risas y las pullas un complemento perfecto.

Ha vuelto al Parlament un corazón rojo, más rojo que las guindas, un gran tipo y buen amigo, gracias a los médicos, el personal de los hospitales que le han ayudado a volver, y a ese donante, que como con la amistad hizo un gesto de generosidad, la vida es demasiado bonita como para andar todo el día cabreado por tonterías.

Qué ganas de darte un abrazo con tu nuevo corazón rojo.