Opinión

Por cabreo

Me cabrea porque llevo en estos temas desde 1990, poco después de que un grupo de viudas montasen la primitiva AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo) para ayudar a las víctimas con menos recursos

Plano general del Congreso de los Diputados
Plano general del Congreso de los DiputadosAlberto R RoldánLa Razón

Pues sí, por cabreo, por puro cabreo, escribo como me sale del alma y del los co… Porque una cosa es lo que se espera de los que luchamos contra el terrorismo y, en especial, de las víctimas del terrorismo, un esfuerzo por lo que podríamos llamar la paz y otra cosa es el cachondeo, el choteo, la ignominia y la indecencia que estamos viviendo.

Llevamos muchas, pero las ultimas ya son demasiado: la sujeta heredera de Batasuna anunciando reformas para decidir que pueden y que no, utilizar los cuerpos y fuerzas de seguridad, la mala leche al colar una norma que permitirá salir antes a la calle a los etarras más sanguinarios gracias a la estrategia de Otegui y su banda, con la complicidad del gobierno y el despiste monumental de una parte de la clase política a la que se la han colado de forma inaudita porque esto estaba anunciado y se veía venir.

Me cabrea porque llevo en estos temas desde 1990, poco después de que un grupo de viudas montasen la primitiva AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo) para ayudar a las víctimas con menos recursos. Estuve en la fundación y presentación de la delegación de la AVT en Cataluña en 1991. Luego nacieron otras asociaciones, pero afortunadamente las organizaciones de victimas han seguido peleando no solo por sus derechos sino que además apoyando y mucho en la lucha antiterrorista, donde siempre los políticos han ido fundamentalmente a la suya.

Hace ya muchos años me llevaron a una comparecencia sobre terrorismo en el Congreso de los Diputados. Ahí me sometí a las preguntas de sus señorías, terminé ofreciéndome a todos para ayudar en lo que fuera contra el terrorismo. Ya me advirtió una veterana periodista, que no me llamarían porque sabía demasiado y alguien tendría miedo a que le quitase el sitio. No me lo podía creer. ¿Interés por quitarle el sitio a un político? El mismo que por quitárselo al portero del Celta de Vigo. Cuando más tarde ayudé a Rivera en Ciudadanos mi condición fue ni cargo, ni ir en listas.

Ni a mí ni a otros como yo veteranos en estas lides, que nos hemos llamado estos días, nos hubieran colado este gol, pero claro, expertos, asesores, cargos, sueldos, etc., etc. que viven de esto… No como algunos que lo hacemos por amor a la causa.

La semana pasada le dediqué un artículo a un veterano policía de la época más dura de la lucha antiterrorista que nos dejó, por lo visto en redes sociales de las que no soy usuario y en las que me importa un bledo lo que digan de mi, hay quién se ha puesto exquisito. Está claro que los amigos de los que asesinaban no solo pueden hacer y decir lo que quieran, sino que incluso imponer sus leyes, utilizar la complicidad del gobierno y pillar a otros despistados. Por eso escribo con cabreo, por y para los míos, las víctimas, los policías, los guardia civiles y, también, los hombres y las mujeres que con toga sí luchamos de verdad contra ETA, aquellos a los que no nos la hubieran colado.