Infraestructuras
Caos en el aeropuerto de Barcelona por tercer día consecutivo sin que ni Enaire, ni Aena ni Transportes asuman responsabilidades
Miles de viajeros se ven atrapados en El Prat por una presunta situación meteorológica adversa.
Tras un fin de semana caótico en el aeropuerto de Barcelona, el lunes ha amanecido igual o peor, con una situación de descontrol, retrasos y miles de viajeros atrapados sin saber qué va a ocurrir con sus vuelos. Si durante el sábado y el domingo la excusa puesta por Enaire y Aena ha sido la meteorología adversa instalada en el mar, frente a la costa de Barcelona, hoy la información es prácticamente inexistente más allá de un tuit del gestor aeroportuario con un escueto:
"Meteorología adversa por tormentas en el #Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-ElPrat. Si vas a volar, te recomendamos que consultes con tu aerolínea el estado de tu vuelo". Eso es todo. De hecho, Enaire, principal proveedor de servicios de navegación aérea y de información aeronáutica en España, ha colocado en su cuenta de X el mismo insuficiente y escueto mensaje, lo cual ha provocado el enfado de los afectados, especialmente en un día como hoy, lunes, en el que son miles los viajes de negocios que tienen lugar con el arranque de la semana. Y el Ministerio de Transportes, responsable máximo de la navegación aérea en España, ni eso, no ha dado señales de vida en sus redes sociales al respecto.
Por su parte, los controladores aéreos han informado en las redes sociales de que esa situación meteorológica afecta también al espacio aéreo mediterráneo, lo que obliga a implantar una operativa de seguridad que deriva en retrasos en los vuelos, que en el espacio europeo se califican de "importantes".
La situación afectó ayer a la mayoría de los vuelos que aterrizaron o despegaron desde el aeropuerto barcelonés, ante la imposibilidad de volver a la operativa de normalidad. De hecho, fueron muchos los vuelos que tuvieron que ser cancelados, entre ellos a ciudades como Venecia (Italia), Londres, Miami (EE.UU.), Roma y París. También se cancelaron otros a Londres, Milán (Italia) y Ámsterdam (Países Bajos), según las compañías aéreas que los operan. Esta situación repercute muy gravemente en la imagen de la ciudad y, cómo no, de España, pues las tormentas que están teniendo lugar no son especialmente fuertes y habituales en la mayoría de los países sin que ello suponga necesariamente una afectación tan fuerte en una infraestructura clave como el principal aeropuerto de la ciudad.
Y lo peor es que ni José Antonio Santano Clavero. presidente de Enaire, ni el de Aena, ni Maurici Lucena, presidente y CEO del gestor aeroportuario Aena, ni el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, han dado una sola explicación del motivo por el que se está viviendo esta situación de caos en el segundo aeropuerto de España y uno de los más importantes de Europa, con cientos de vuelos diarios nacionales e internacional que se están viendo afectados únicamente por una situación meteorológica adversa.
Como excusa, los responsables aeroportuarios aseguran que el problema es que una vez pasan las tormentas la situación no se normaliza de forma automática y que las demoras continúan, por lo que en este momento nadie se atreve a aventurar cuándo estará resuelto el problema. Según estas fuentes, si se han retrasado las rotaciones de las aerolíneas, los retrasos se van acumulando y se mantienen durante todo el día. A eso ha que añadirle que las demoras y las cancelaciones acumulan vuelos sin salir, pero el aeropuerto no puede superar su capacidad/hora por pista, de modo que se van acumulando aún más retrasos.
Los controladores aéreos, por su parte, han explicado que "el problema está en que los núcleos tormentosos impiden mantener las trayectorias estándar y por eso se necesita una separación mayor para intercalar los despegues", por seguridad.
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