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Crisis

¿Cómo se transmite la Peste Porcina Africana, la enfermedad que acecha a Cataluña?

Se trata de un virus de rápida y eficaz transmisión

Cerdo EUROPAPRESS

La Peste Porcina Africana (PPA) es una enfermedad vírica devastadora que afecta exclusivamente a los suidos, es decir, a los cerdos domésticos y a los jabalíes. Está causada por un virus perteneciente a la familia Asfarviridae, un patógeno altamente resistente que puede sobrevivir durante largos periodos en el ambiente y en productos derivados del cerdo. Aunque su impacto económico y sanitario es enorme, es importante subrayar que no supone ningún riesgo para los seres humanos.

La PPA afecta a cerdos domésticos y jabalíes europeos, pero también a otras especies de suidos africanos, como los facoceros o los potamoqueros. Estos últimos pueden infectarse sin mostrar síntomas, actuando como reservorios naturales del virus. Del mismo modo, algunas especies de garrapatas del género Ornithodorus pueden albergar el virus sin enfermar, lo que las convierte en vectores capaces de transmitir la infección cuando pican a animales sanos.

Un proceso de transmisión rápido y altamente eficaz

Uno de los aspectos más preocupantes de la PPA es la rapidez con la que puede propagarse. Apenas 2 a 4 días después de la infección, un cerdo o jabalí ya es capaz de transmitir el virus a otros animales a través de múltiples vías: saliva, orina, heces, secreciones nasales e incluso mediante el aire que exhala.

La enfermedad puede extenderse por tres grandes mecanismo:

  • Contacto directo entre animales infectados y sanos: la convivencia en espacios reducidos, tan frecuente en explotaciones porcinas, facilita enormemente la transmisión.
  • Picaduras de garrapatas portadoras: estos artrópodos pueden actuar como hospedadores del virus y transmitirlo al alimentarse de la sangre de un cerdo o jabalí susceptible.
  • Ingestión de alimentos contaminados: es una vía especialmente relevante para los jabalíes, cuyo comportamiento carroñero les lleva a consumir restos contaminados. También puede ocurrir en explotaciones donde se introducen productos derivados del cerdo infectado.

Un virus sin cura ni vacuna

La gravedad clínica de la PPA es variable y depende de la virulencia de la cepa, del estado de salud del animal e incluso de la raza. En sus formas más agresivas, la enfermedad es fulminante: los animales desarrollan fiebre alta, hemorragias en la piel, enrojecimiento, cianosis en extremidades, conjuntivitis, vómitos y problemas neurológicos, falleciendo generalmente en menos de una semana. Los lechones son especialmente vulnerables, con tasas de mortalidad cercanas al 100%.

En otros casos, la evolución puede ser subaguda o crónica, prolongándose durante días o semanas, aunque con un desenlace igualmente grave. Actualmente no existe ni vacuna ni tratamiento, por lo que la prevención, la bioseguridad y el control de los movimientos de animales y productos son esenciales para frenar su expansión.

La Peste Porcina Africana sigue siendo una de las mayores amenazas para el sector porcino mundial. Comprender cómo se transmite es clave para evitar su propagación y proteger tanto a las explotaciones ganaderas como a la fauna silvestre.