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Hispanofobia
En Cataluña, se han impuesto sanciones administrativas a diversos negocios y entidades por no cumplir con la normativa que exige que la señalización, los documentos y la atención al público estén redactados al menos en catalán. Aunque no existe un caso claramente identificado como la “mayor multa” por hablar simplemente en castellano, sí se conocen varios ejemplos significativos:
En 2004, Correos fue sancionada por la Generalitat con 30.000 euros por no tener rotulación y señalización bilingüe en una veintena de sus oficinas y centros en Cataluña. Era la primera multa pública de carácter grave por incumplimiento de la Ley de Política Lingüística.
En 2010, un empresario de Vilanova i la Geltrú recibió una multa de 400 euros por rotular su negocio únicamente en castellano y no usar el catalán en su cartelería fija. Posteriormente, esta multa fue confirmada por el Juzgado Contencioso-Administrativo número 9 de Barcelona
Un caso más reciente: en 2024, la Generalitat impuso sanciones lingüísticas a 206 negocios por no usar catalán, con un importe total de 409.105 euros en conjunto. Aunque esta cifra no corresponde a una sola multa, refleja la magnitud de la recaudación cuando se suman muchas infracciones menores.
Según datos de la Agència Catalana del Consum, entre 2012 y 2024 las multas más altas impuestas por vulneraciones de derechos lingüísticos han sido de 10.000 euros, ocurridas en al menos una docena de casos.
Pocas semanas agtrás, el independentismo radical vandalizó la heladería "Dellaostia", en el barrio barcelonés de Gràcia, por no atender en castellano. Ahora, informa El Catalán, la Associació Acció pel Català (AAC) señalaba y denunciaba al café restaurante “Miracle” de Tarragona, situado en el n.º 3-B de la Rambla Nova, junto al Balcón del Mediterráneo, por no tener rotulados los carteles y la carta en catalán.
Pero la respuesta del propietario del establecimiento a dicha denuncia no se ha hecho esperar y se ha vuelto viral: “Llama a Puigdemont que venga a rotulármela”.
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