Coronavirus

Desarrollan un nuevo fármaco eficaz para todas las variantes del SARS-CoV-2

Se trata de una anticuerpo monoclonal con actividad terapéutica y profiláctica que se ha testado en modelos preclínicos y estría especialmente indicado para personas inmunodeprimidas

Imagen obtenida por criomicroscopía electrónica de la proteína Spike del virus SARS-CoV2 (en gris) con el nuevo anticuerpo unido
Imagen obtenida por criomicroscopía electrónica de la proteína Spike del virus SARS-CoV2 (en gris) con el nuevo anticuerpo unido Andrea Modrego

A raíz de la pandemia, se desarrollaron una serie de anticuerpos para combatir la infección, los cuales eran capaces de neutralizar al virus SARS- CoV2 uniéndose a parte de su espícula, que es esencial para que éste pueda engancharse a la célula huésped, evitando así que el virus pudiera unirse a la misma.

Sin embargo, pronto se vio que esos anticuerpos podían ser eficaces para combatir ciertas variantes del virus, pero ante algunas mutaciones podían perder eficacia. Ahora, los resultados de un estudio desarrollado por investigadores del Hospital del Mar Research Institut, el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa -centro impulsado por la Fundación “la Caixa” y el Departamento de Salud-, el Centro Nacional de Biotecnología y la Unidad de Tecnologías de Proteínas del Centro de Regulación Genómica han abierto una nueva vía para el desarrollo de un anticuerpo monoclonal que es activo en todas las variantes existentes del SARS-CoV-2

Por lo tanto, teniendo en cuenta que las últimas variantes del virus han incorporado decenas de mutaciones, las cuales dificultan la labor de los anticuerpos desarrollados con anterioridad, ya que no se podían unir con tanta eficacia a la espícula de virus, el poder disponer de un tratamiento que resulte eficaz para cualquier variante, de las ya existentes o bien incluso alguna de nueva aparición, puede cambiar el panorama.

Selección de anticuerpos

Para llevar a cabo este estudio, en marzo de 2020, los investigadores tomaron muestras de pacientes que ya habían superado la infección activa pero aun estaban convalecientes y aislaron los linfocitos B, que son los que producen los anticuerpos específicos contra la proteína de la espícula del SARS-CoV-2, que es la que permite al virus infectar las células humanas.

A partir de ahí, mediante técnicas de ingeniería genética, reprodujeron esos anticuerpos en el laboratorio para generar un panel a partir del cual evaluar in vitro la capacidad neutralizante de cada uno de esos anticuerpos con el fin de seleccionar aquel que no solo podía neutralizar la primera variante del virus, sino todas las demás.

Sobre este anticuerpo monoclonal, que se conoce como 17T2, Giuliana Magri, líder del estudio e investigadora del Hospital del Mar Research Institute cuando éste se desarrolló, indica que “por ahora no se ha dado con ninguna variante que sea capaz de hacer perder al anticuerpo su capacidad neutralizante”

En el marco de este estudio no solo se comprobó la actividad terapéutica del anticuerpo en un modelo de ratón, sino que también se evaluó su capacidad profiláctica para concluir que 17T2 tiene actividad preventiva y, por lo tanto, reduce de forma significativa la carga viral y las lesiones en los pulmones.

Por último, los investigadores analizaron la estructura del anticuerpo mediante una técnica de microscopía para así poder identificar dónde y de qué manera éste se une a la proteína de la espícula y explicar así su actividad neutralizante en todas las variantes del virus. “Los anticuerpos desarrollados con anterioridad se unían a una parte de la espícula, pero en las variantes hay una modificación de esa espícula y eso hacía que no fueran neutralizantes en todos los casos, pero 17T2 se une a una región más larga de la espícula y eso permite que la unión del anticuerpo se mantenga en todas las variantes”, explica Magri.

Una ayuda para el paciente inmunodeprimido

Llegados a este punto, será necesario llevar a cabo un ensayo clínico en humanos antes de desarrollar este fármaco para su uso clínico, sin embargo, la líder del estudio ya avanza que “el target principal al que iría dirigido el tratamiento es la población inmunodeprimida, que, puesto que no puede desarrollar una respuesta activa frente al virus y la vacuna, tiene un mayor riesgo de desarrollar una Covid severa”.

Ante todo, “no se trata de una alternativa a la vacuna”, señala Magri, y explica que “cuando una persona se vacuna, hay una respuesta inmunitaria y su cuerpo produce anticuerpos contra el virus, de manera que cuando tiene lugar la infección, esa persona ya tiene anticuerpos para combatirla, sin embargo, si un individuo no puede por sí mismo producir los niveles correctos de anticuerpos porque está inmunodeprimido, tiene mucho más riesgo de tener una covid grave” y es para éstos últimos para quien estaría especialmente indicado el fármaco, ya que “les ayudaría a combatir el virus”.