Obesidad y sobrepeso

Las desigualdades sociales y de género en salud infantil y juvenil se han acentuado tras la pandemia

El estudio PASOS 2022-2023 pone de evidencia que los hábitos de vida saludable entre la población de 8 a 16 años han retrocedido en los últimos tres años

Dormir más y mejor, una de las mejores recetas contra la obesidad infantil
Pese a que la prevalencia de la obesidad y el sobrepeso se mantiene, ha habido un deterioro de los estilo de vida larazon

En España, la prevalencia de la obesidad (11,6%) y el sobrepeso (21,6%) entre la población de 8 a 16 años se mantiene estable respecto a los niveles de 2019, sin embargo, desde entonces, se ha producido un preocupante retroceso en lo que respecta a los hábitos de vida saludables en la infancia, que es especialmente significativo entre aquellos niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Ésta es la principal conclusión de la comparativa entre los resultados del estudio PASOS 2022-2023 de la Gasol Foundation, que se acaban de presentar, y los de la primera edición del mismo, que se publicaron en 2019. Al respecto, Cristina Ribes, directora ejecutiva de la fundación, señala que "estamos frente a una situación extremadamente preocupante, con graves consecuencia a corto, largo y medio plazo", ya que "estamos viviendo un deterioro acelerado de los hábitos de vida de los niños y niñas".

En este sentido, el estudio PASOS 2022-23 pone de manifiesto que los niños que dicen tener problemas relacionados con su bienestar emocional representan ahora el 32,2%, cuando ese porcentaje en 2019 era del 19,8%, y ese incremento es especialmente importante entre las féminas, entre las que el 40% dice estar triste, preocupada o infeliz, los adolescentes (42,2%) y entre la población más vulnerable (30,1%). Paralelamente, durante este tiempo se ha producido un empeoramiento de la percepción que los niños tienen sobre su propio estado de salud, que ha caído en 6 puntos, llegando incluso a alcanzar los 9 puntos entre la población con un menor nivel socioeconómico.

Así pues, los datos hacen referencia a un empeoramiento de la salud mental y emocional de la población infantojuvenil tras la pandemia, especialmente evidente entre las chicas y los más desfavorecidos, pero además el informe hace referencia también a un aumento del uso de las pantallas entre esta población, que registra un promedio de 193,9 minutos diarios entre semana y de 288,4 minutos durante el fin de semana, cuando la recomendación es de menos de 120 minutos al día, y estos datos hablan de un crecimiento del 3,3% en fin de semana y del 8% entre semana respecto a los datos de 2019.

Ese abuso del uso de las pantallas, que es especialmente evidente entre la población vulnerable (11,2% entre semana) podría estar relacionado con un incremento del déficit de horas de sueño, puesto que en la actualidad en torno al 44,5% de los encuestados incumple con las recomendaciones al respecto.

En cualquier caso, una deficiente salud emocional, un inadecuado uso de las pantallas, unos malos hábitos de sueño son factores de riesgo para sufrir obesidad y sobrepeso, un ámbito en el que también juega un papel clave la alimentación. En este sentido, en cuanto a los hábitos nutricionales, el estudio revela que solo el 37% de la población objeto de este trabajo alcanza un nivel alto de adherencia a la dieta mediterránea, lo que supone una caída de más de tres puntos respecto al 2019, mientras que en un 12% el nivel es bajo y ello representa un crecimiento de casi dos puntos en relación a los datos del primer estudio. En definitiva, la adherencia a esta dieta disminuye hasta los 6,48 puntos en una escala de -4 a 12 puntos y ese deterioro de los hábitos de alimentación es especialmente evidente entre la población con un nivel socioeconómico más bajo.

Por último, el estudio ha valorado también los datos relativos a la práctica de actividad física y, en este sentido, revela que el promedio ha disminuido en 7,4 minutos entre el género femenino y en 7,1 para el masculino y eso supone una reducción de unos 50 minutos semanales. Y, como en el resto de factores relacionados con los hábitos de vida saludables, en lo relativo a la actividad física, el deterioro es mayor en entornos con una mayor pobreza infantil. De hecho, el estudio habla de una reducción promedio de casi 14 minutos al día, lo que corresponde a 100 minutos a la semana.

Así pues, a tener de los resultados del estudio PASOS 2022-2023, ha habido un deterioro de los estilos de vida entre la población de 8 a 16 años tras la pandemia y ese retroceso de los hábitos saludable ha sido especialmente relevante entre el género femenino y la población vulnerable. De hecho, en los últimos tres años, "se ha producido un aumento de las desigualdades de género y sociales en salud", tal y como señaló ayer durante la presentación del informe Santi F. Gómez, investigador principal del estudio y director global de Investigación y Programas de la Gasol Foundation, algo que confirma el dato que "en los últimos 20 años, la obesidad infantil s ha incrementado entre las niñas, mientras que entre los niños se mantiene estable".