Barcelona será este sábado escenario de una manifestación feminista crítica con la ley trans. Convocada por la Confluencia Movimiento Feminista, la concentración tendrá lugar el 21 de junio a las 12:00 en la céntrica Plaça Sant Jaume, bajo el lema: “La ley trans es inconstitucional, es anticientífica, antifeminista y antidemocrática”.

La protesta forma parte de una convocatoria a nivel estatal que incluye movilizaciones en más de veinte ciudades, como Madrid, Sevilla, Valencia, Zaragoza o Santiago. Su objetivo es exigir al Tribunal Constitucional que declare inconstitucional la Ley 4/2023, conocida como “ley trans”, aprobada en 2023. Las convocantes argumentan que esta norma vulnera el artículo 14 de la Constitución Española, que garantiza la igualdad ante la ley sin discriminación por razón de sexo.

Una ley “contra las mujeres”

Desde la organización denuncian que la autodeterminación de género, principio central de la ley, convierte el sexo en una categoría subjetiva, lo que, a su juicio, “borra a las mujeres como sujeto político y legal”. Critican que hombres biológicos puedan inscribirse legalmente como mujeres sin necesidad de informes médicos ni pruebas objetivas, lo que permitiría, según su visión, el acceso a cuotas, listas electorales, espacios reservados y políticas públicas destinadas al colectivo femenino.

Además, las manifestantes alertan de que la norma abre la puerta a intervenciones hormonales y quirúrgicas en menores de edad, algo que consideran “una barbaridad médica y legal”. Apuntan a países como Suecia, Finlandia o Reino Unido, donde se han restringido recientemente los tratamientos de transición en adolescentes, como evidencia del carácter “anticientífico” de la autodeterminación legal del sexo.

Choque entre feminismo y activismo trans

La convocatoria vuelve a poner sobre la mesa el profundo conflicto entre el feminismo clásico y los nuevos paradigmas queer. Mientras las feministas críticas reclaman que el sexo es una realidad biológica y una categoría material que debe seguir siendo base legal para garantizar derechos, los colectivos trans defienden que la identidad de género es una vivencia subjetiva que depende únicamente de la autopercepción igualmente digna de protección jurídica.

Para las primeras, permitir que la ley reconozca el sexo sentido socava décadas de lucha por la igualdad basada en el sexo. Para las segundas, no hacerlo sería perpetuar la exclusión y la violencia hacia las personas trans.

El futuro de la ley trans se dirime actualmente en el Tribunal Constitucional. Tras un recurso presentado por el Partido Popular, el tribunal rechazó en mayo la primera ponencia, favorable a la constitucionalidad de la norma, y se espera que retome el debate en septiembre. Mientras tanto, desde la Confluencia Movimiento Feminista insisten en que seguirán movilizándose para proteger lo que consideran “los derechos conquistados por las mujeres tras décadas de lucha”.