Mi madre y "los días de..."

La llamo a diario y, por ejemplo, me dice: «Hoy es el día de la tortilla de patatas (9 de marzo), menuda idiotez». Muy aficionada a la radio y excelente lectora, le entretiene meterse con estas cosas.

No tengo conciencia cuando era pequeño de que se celebrase el día de la madre, es posible que se hiciera en el colegio y que mi madre en ese caso me hubiese dicho:

–José Mari, el día de la madre le dices al profesor que eres huérfano por un día.

Y eso yo lo cumpliese a rajatabla con tal de no hacer un dibujito o un trabajo manual, tarea para la que siempre fui inútil. Claro que de una señora a la que le suena un día el teléfono cuando yo ya empezaba a meterme en líos, se pone y escucha:

–Fuster-Fabra cabrón te vamos a dar una paliza

Y responde:

–Si no me dice usted quién es, no puedo dejarle el recado a mi hijo, que supongo que es por quién usted pregunta.

Luego, la procesión iría por dentro, pero siempre genio y figura y animadversión a «los días de…»

Se preguntarán por qué escribo esto sobre mi madre: lo hago porque acaba de pasar el que había sido siempre el día del padre y ahora quieren que sea «el día del amigo especial». Verán ustedes, si mis hijos me dicen:

–Papá hoy celebramos el día del amigo especial.

A mí lo primero que se me ocurre decirles es:

–Pues que venga un día a casa porque me gustaría conocerle.

Naturalmente, si me lo dijese mi mujer me mosquearía bastante más.

Este mes de marzo, entre otros, se han celebrado los siguientes días además del mencionado de la tortilla de patatas: el día de la abstinencia digital (5), el día internacional del DJ (9), el día de los tuiteros (12) o el día mundial sin carne (20).

Aquí cualquier chorrada tiene su día menos los padres que al parecer no nos lo merecemos, porque pese a los consejos de mi madre a mí se me caía la baba cada vez que alguno de mis hijos me traía un dibujito o un trabajo manual. Mas allá de eso, por tradición no celebraba especialmente ese día, salvo este año que lo hemos conmemorado con una comida familiar, un montón de besos, abrazos, y regalos de mis hijos. Es cretino eso de que todo el mundo tenga su día menos nosotros.

El de la madre supongo que no lo convertirán en «el día de la amiga especial». Si es así, me temo entonces un montón de divorcios.

Permítanme que utilice esta columna para decirle a mi madre que, se ponga como se ponga, este año celebraremos el día de la madre por todo lo alto.

Besos, mamá.