Exposición imprescindible
La muy larga historia artística de la representación humana
CaixaForum reúne en una exposición algunas de las joyas del British Museum con el retrato como tema principal
De la pintura del Antiguo Egipto a Tàpies. Esa es la línea que traza la exposición que desde ayer y hasta el 22 de octubre puede verse en CaixaForum Barcelona con un imponente conjunto de obras del British Museum, aunque también hay espacio para algunos trabajos procedentes de la colección de la Fundació la Caixa, un gran óleo del Museo del Prado, una instalación procedente del Macba u otra interactiva del aartista digital Rafael Lozano-Hemmer. Todas estas piezas tienen un denominador que es la representación del ser humano a través de la historia. Se trata de una propuesta que nos lleva desde la Antigüedad hasta la actualidad, hasta las chapas electorales con la imagen de los entonces candidatos Barack Obama y Donald Trump.
Todo ello tiene como punto de partida el que está considerado como el retrato más antiguo conocido. Se trata de un cráneo humano enyesado y modelado, de unos 20 centímetros. Fue en 1953 cuando fue descubierto en el antiguo asentamiento de Jericó, en lo que sería territorio de lo que hoy es Cisjordania. Fue la arqueóloga Kathleen Kenyon la encargada de desenterrar este tesoro, junto a otros seis cráneos también ornamentados. La ciencia determinó que habían sido enterrados unos 9.500 años atrás. En el caso que nos ocupa estaríamos ante un cráneo muy probablemente de un varón adulto. Por tanto, podría estar fechado en 8.200-7.500 antes de Cristo.
La muestra se estructura en varios apartados que demuestran las muchas maneras que se ha tratado la representación humana. En uno de los ámbitos, por ejemplo, podemos ver varios ejemplos de cómo el poder político ha influido en la retratística. De esta manera podemos encontrarnos rostros de faraones y faraonas de Egipto, el retrato de un rey de Etiopía, una representación de la Reina Madre de Ghana o la colección de monedas de oro y plata romanas que muestran a numerosos dirigentes, entre ellos Julio César, Marco Antonio, Constantino o Trajano. Una mención aparte la merece, de la mano del Museo del Prado, de un gran retrato de Isabel I de Castilla firmada por Luis de Madrazo. La Reina Católica comparte espacio con una estatua de Mao Tse Tung o el emperador romano Marco Aurelio.
De lo político pasamos a lo divino, a la lectura de corte religioso dentro de esta exposición. Para ello se explora el uso de imágenes en prácticas religiosas y sagradas con las representaciones asociadas a dioses y diosas, santos, ancestros sagrados y otros seres sobrenaturales. Todo ello se ejemplifica con tesoros de distinto tipo como son una cabeza romana del dios Apolo en mármol, una figura del dios hindú Visnú, un Buda sentado, pasando por una figura de Amón-Ra, considerada una suprema divinidad egipcia, a una Virgen María entronada con el niño Jesús, del siglo XV, al lado de la contemporánea «Black Madonna with twins», de Vanessa Beercroft.
No puede olvidarse que el retrato no deja de ser la imagen de una persona determinada. En CaixaForum todo ello se constata desde el realismo al naturalismo. Un exponente de este apartado nos llega con un autorretrato del británico Frank Auerbach. Aunque está basada en la observación atenta del natural, la pieza de Auerbach se acerca a la abstracción, con sus difuminados y sus trazos enérgicos.
Además del retrato más antiguo conocido, por otra parte, en la muestra tampoco se deja de lado las representaciones de la mujer más lejanas en el tiempo y procedentes de las colecciones del londinense British Museum. A este respecto, nos podemos remontar a entre el 4.000 y el 2.000 a.C., aproximadamente. Estas representaciones, a menudo asociadas con la fertilidad, vieron la luz en un área geográfica inmensa que abarcaba Europa, Oriente Medio, el mar Egeo, Egipto y el valle del Indo. En la muestra, se pueden contemplar una figura voluptuosa del cuerpo de una mujer originaria del 5.000 a.C. del norte de Siria e Irak, así como figurillas más abstractas del cuerpo de la mujer halladas más adelante en Irak, en Belén (Cisjordania), o en Keros, isla perteneciente a las Cícladas griegas.
Es, en definitiva, una excepcional oportunidad de conocer una historia por el mundo del arte, en la que el protagonismo recae en el cuerpo humano.
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