Referente artístico
La polifacética mirada de Lola Anglada
Una exposición en Barcelona permite conocer la obra de uno de los grandes nombres de la ilustración en Cataluña
La galería Sicoris de Barcelona hace mucho tiempo que se dedica a recuperar algunos de los grandes nombres de la ilustración en Cataluña, algunos de ellos ausentes de una monografía completa en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (Mnac). Lo ha hecho con Emili Grau Sala, Ricard Opisso, Ramon Calsina o Xavier Gosé. Siguiendo con esta interesante línea de trabajo, ahora es el momento de una de las mujeres más importantes del arte catalán gracias, especialmente, a su labor como creadora plástica. Se trata de todo un referente llamado Lola Anglada.
La muestra recoge dibujos, pinturas. además de escultura y cerámica. Es una aproximación completa a los temas y las técnicas empleados por Anglada a lo largo de su carrera, con algunas piezas maestras como una serie de acuarelas, como es el caso de la conocida como «Paseando junto a la fuente» y que también pasaría a ser una obra gráfica. En muchas de estas obras se hace evidente la delicadeza que siempre tuvo para retratar a la infancia, protagonistas de muchas de las composiciones que pueden verse en Sicoris estos días.
Una mención aparte la merece, en esta misma exposición, varias esculturas, donde Lola Anglada se adentra en su estilo naturalista realista. Es el caso de una pequeña maternidad donde podemos visualizar el contraste entre la quietud de la madre y el hijo con ganas de jugar. Es una composición que se puede asociar fácilmente con «Madre y niño», la extraordinaria escultura situada en el jardín de Can Met, la que fuera la residencia de la artista en Tiana.
Lola Anglada tuvo una gran relación con Sitges, una memoria que se ha conservado en esta población en la que vivió y trabajó. Una de las piezas más llamativas en Sicoris es un conjunto de tres baldosas que Anglada realizó en 1969 y que tienen a Sitges como protagonista.
Gracias a esta muestra también podemos conocer de primera mano la manera de trabajar de Anglada, como es el caso de una ilustración que llevó a cabo para la portada de la revista para niñas llamada «La Nuri», fundada por ella misma, concretamente para el número del 7 de enero de 1926, donde podemos ver a dos personajes femeninos sujetando otro que representa el que era entonces nuevo año de 1926. El original de esa viñeta se encuentra en Sicoris, acompañado de las anotaciones manuscritas relacionadas con la labor que se tenía que realizar en la imprenta.
Se está hablando en estas líneas de la obra, pero vale la pena que nos fijemos en quién fue la persona. Dolors Anglada i Sarriera nació en Barcelona en 1892, hija de una familia acomodada con residencia en la capital catalana y en Tiana. Formada junto a Utrillo y Joan Llaverias, fue este último el encargado de que Anglada publicara su primer trabajo, concretamente en el semanario «Cu-Cut!». Anglada colaboró en muchas revistas de la época, además de poner su talento al servicio de textos de autores como Carroll, Wilde o Perrault.
Anglada fue un talento polifacético, como también hizo evidente como escritora. En 1920 se autofinanció «Contes del paradís», el primer libro en el que la artista publicó tanto dibujos como textos propios. Cinco años más tarde puso en marcha su propia revista, «La Nuri», que dirigió y editó entre 1925 y 1926. Lola Anglada nunca ocultó su compromiso político y social, como cuando la Guerra Civil realizó un libro mítico titulado «El més petit de tots». Con el final de la contienda se instaló en Tiana, aunque también pasó un tiempo en Sitges viviendo de sus muñecas.
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