TSJC

La presidencia de Borràs en el Parlament agita a Junts: ¿relevarla o dejar la silla vacía?

Su entorno habla de renunciar al cargo para no tener que sustituirla y el grueso de la formación se opone

GRAFCAT6858. BARCELONA, 01/03/2023.- La presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, junto al expresidente de la Generalitat Quim Torra(i), entre otros, a su llegada al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) donde este miércoles concluye, con las conclusiones e informes de la Fiscalía y las defensas, el juicio contra ella, acusada de adjudicar contratos a dedo. EFE/Andreu Dalmau
Borràs con Madaula y TorraAndreu DalmauAgencia EFE

Junts se debate de nuevo por el «caso Borràs». Qué hacer con la dirigente y la presidencia del Parlament ante una posible inhabilitación –la Fiscalía pide 6 años de cárcel y 21 sin ocupar ningún cargo público para la dirigente– es el gran dilema del partido, sin un liderazgo claro y permanentemente dividido entre la facción más radical y el sector moderado que bebe de la antigua Convergència. El entorno de Borràs ha mostrado ya sus cartas y amaga con dejar vacante el cargo, mientras que el resto de dirigentes apuestan por retener como sea el mando de la Cámara, la única plaza de poder que les queda.

Aurora Madaula, mano derecha de la propia Borràs y representante de Junts en la Mesa del Parlament, ha sido la encargada de poner voz a las intenciones de su sector. «Sería una opción como señal de protesta, sería una decisión que podría tomarse para denunciar esta persecución política y un uso partidista de la Cámara y que los poderes judiciales juegan con los electores», admitió este pasado fin de semana en una entrevista en Catalunya Ràdio ante la pregunta de si renunciar a la presidencia del Parlament es una opción real para Junts.

Una alternativa que sus más afines defienden para avalar el discurso de Laura Borràs, quien se presentó en el alegato final ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña como una «víctima» de una supuesta «persecución política» pese a que su causa es por corrupción y se remonta a la época que dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), entre 2013 y 2018.

Sin embargo, el grueso del partido rechaza la maniobra y la posibilidad de perder un cargo como el de la presidencia de la Cámara, la segunda institución por detrás de la Generalitat de Pere Aragonès. Ejercer de contrapunto de Esquerra en un año electoral como este 2023 es clave para un partido que se juega su devenir en las urnas. Y los posconvergentes ya barajan nombres como los de Anna Erra o Marta Madrenas para ocupar el puesto y desplazar a Alba Vergés (ERC), ahora presidenta en funciones.

De hecho, el sector más moderado ve con recelo el futuro de Borràs e incluso Artur Mas le pidió «un paso al lado» hace escasos días. Ayer fue otro de los pesos pesados del partido, Xavier Trias, quien se posicionó en esta misma línea. El candidato de Junts a la alcaldía de Barcelona aseguró que la presidenta, Laura Borràs, deberá hacer una «reflexión» sobre si perjudica o no a la formación en el caso de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya la condene. «Yo soy partidario de que en estas situaciones todo el mundo sea generoso», zanjó en un coloquio organizado por el Círculo Ecuestre de Barcelona. Un mensaje velado hacia la dirigente y su entorno después de que hayan amagado con dejar vacante su puesto para no tener que relevarla.

Si la sentencia del TSJC es condenatoria e inhabilita a Borràs, la dirigente se quedaría sin su acta de diputada prácticamente de forma instantánea. Y entonces los partidos deberán iniciar su relevo y convocar un pleno para escoger a un nuevo presidente o presidenta. En este escenario, el PSC ya ha pedido abiertamente negociar para llegar a un acuerdo, aunque ERC ha abierto conversaciones y contactos con Junts para pactar un hipotético relevo. De hecho, el fallo judicial se espera para dentro de dos o tres semanas, a principios de abril y en plena precampaña de las municipales.