Vivienda

Los promotores y API alertan del agravamiento de la crisis de la vivienda en Cataluña

Cataluña se ha convertido en un gran laboratorio donde testar el control de los alquileres

Cartel de venta en una fachada de un edificio, a 25 de abril de 2023, en Barcelona, Catalunya (España). La oferta de viviendas en alquiler ha caído un 51% en Barcelona desde el inicio de la legislatura, en 2019, según un comunicado de Idealista.
Cartel de venta en una fachada de un edificio, a 25 de abril de 2023, en BarcelonaDavid ZorrakinoEuropa Press

La extensión de las áreas residenciales de Cataluña donde se aplicará la contención de rentas ha desatado las críticas de promotores, constructores y agentes de la propiedad inmobiliaria, que alertan de que se agudizará el déficit de vivienda de alquiler.

Cataluña se ha convertido en un gran laboratorio donde testar el control de los alquileres, la medida estrella de la Ley del Derecho a la Vivienda, una vez que, desde esta semana, el índice de referencia diseñado para contener las subidas se aplica ya en 271 municipios, un territorio en el que reside el 90 % de la población.

El portavoz de los API (Agentes de la Propiedad Inmobiliaria), Carles Sala, considera que la ampliación de las llamadas zonas de mercado tensionadas no hará más que debilitar el mercado de alquiler al empujar a más propietarios de viviendas a salir de él optando por fórmulas como el alquiler de temporada o simplemente por la compraventa.

"Todos los estudios hechos en más de un centenar de países sobre los efectos de la contención de precios advierten de la caída de los contratos. No vamos por el buen camino si la administración se dedica a señalar como culpable (de la falta de vivienda) a los propietarios", ha asegurado, en declaraciones a EFE.

Sala ha alertado de que "si seguimos así, nos acabaremos quedando sin viviendas de alquiler". "Normas como ésta son letales para las personas que quieren acceder al mercado de alquiler", ha apuntado.

La portavoz de la patronal de los constructores y promotores APCE, Mònica Clivillé, se ha sumado a las críticas y ha advertido que el déficit de vivienda de alquiler, en especial asequible, se incrementará.

"El problema se agravará aún más ya que el volumen de la oferta en estos nuevos municipios es mínimo. En general, las consecuencias sobre el mercado de alquiler, sobre la oferta y los contratos, aún serán más contraproducentes", ha señalado a EFE.

Tanto los API como los constructores y promotores han atribuido al índice de referencia (en vigor en Cataluña desde el pasado martes) el retroceso de la contratación en las áreas tensionadas en el segundo trimestre del año.

Según los datos facilitados por la Generalitat, entre enero y junio se formalizaron 63.816 contratos en el conjunto de los municipios tensionados, un 10,7 % menos que en el mismo período del año anterior, mientras que en el segundo trimestre se registraron 24.543, un 17,2 % menos.

El índice de referencia, que actúa a la práctica como un tope del alquiler, afecta básicamente a los grandes propietarios (grandes tenedores -aquellos titulares de cinco o más inmuebles-) y a los nuevos contratos de viviendas que no hayan estado en el mercado durante los últimos cinco años.

El portavoz de los API ha cuestionado la consideración de zonas tensionadas de algunos municipios al señalar que la cuantía media de los alquileres está por debajo de los 400 euros en el caso, por ejemplo, de la Aldea, Artesa de Segre, Calaf, Móra d'Ebre, el Pont de Suert, Ponts, Santa Bàrbara, la Sènia y Ulldecona.

"En estos municipios las listas de personas que solicitan viviendas de protección oficial están vacías o tienen muy pocos solicitantes", ha dicho.

¿El vaso está medio lleno o medio vacío?

Mientras el sector inmobiliario pone el acento en la caída de la contratación, el Govern se congratula de que el precio de los alquileres se haya reducido en el segundo trimestre un 5,2 % en la ciudad de Barcelona, el epicentro de las subidas, con respecto a los tres primeros meses del año, hasta los 1.131,75 euros de media.

La caída interanual en Barcelona fue del 0,7 %, mientras que en el conjunto de los 140 municipios catalanes declarados tensionados el alquiler descendió un 5 % con respecto al trimestre anterior, hasta 865,56 euros, y un 0,1 % interanual.

En el resto de municipios de Cataluña, el precio medio subió un 1,7 % interanual y descendió un 0,6 % con relación al primer trimestre.

El portavoz de los API ha destacado que la bajada del alquiler no tiene por qué obedecer directamente a la aplicación del índice de referencia y ha apuntado que el mercado de alquiler vivió una espiral alcista en los meses anteriores al "anticipar" la medida, lo que podría explicar la corrección posterior a la baja.