Desde inicios de este año, los comercios que siguen usando estufas de gas en sus terrazas están siendo multados por el Ayuntamiento de Barcelona. "Está tipificada como infracción grave", explicó el concejal Jordi Valls, que explicó que las multas por infringir el veto a los calefactores de gas es de 1.500 euros.

A pesar de la puesta en marcha de esta iniciativa, que se impulsó por sus elevadas emisiones de CO2, el Síndic de Barcelona ha pedido hoy al gobierno municipal de Collboni que extienda la sanción a "todas las estufias", tanto las de combustión como las eléctricas.

En un comunicado, el Síndic ha argumentado que "las estufas eléctricas, ahora permitidas, tienen un impacto final en emisiones globales superior a las de butano o propano", y cita un informe que concluye que no debe autorizarse la calefacción de las terrazas para evitar el impacto medioambiental y el desperdicio energético".

Por todo ello, el Síndic asegura que permitir estas estufas "va en contra de las conclusiones del informe de la AEB del que el Ayuntamiento forma parte" y que no se corresponde con la Misión Europea 100 ciudades 'Net Zero'.

En el comunicado también se ha valorado positivamente que el consistorio haya realizado 634 inspecciones entre enero y abril de este año, pero considera que "debería ir un paso más allá".

Sin embargo, esta prohibición podría incrementar todavía más el malestar que ya existe entre los hosteleros por la limitación de las estufas de gas. "Si me cierran las estufas es como si me cierran la terraza", aseguró Sergio Jiménez, del bar El Internacional, a El Periódico.