Naufragio

¿Por qué es malo beber agua de mar?

En lugar de calmar la sed, el agua salada la provoca. Pero en caso de naufragio, no está todo perdido

Barco naufragado en medio de una gran extensión de mar
¿Qué hacer cuando solo puedes beber agua de mar?Daniel PirainoCreative Commons

Imagina que estás navegando en alta mar y te quedas sin agua fresca. ¿Qué haces cuando te entre la sed? Seguramente tengas la tentación de beber agua de mar. Al médico y biólogo francés Alain Bombard no le hizo falta siquiera naufragar para plantearse esta pregunta. En 1952, se propuso el reto de cruzar el Atlántico en lancha y sin provisiones. Y, en algo más de dos meses, lo logró. ¿Quiere decir esto que el ser humano puede vivir a base de agua de mar? Si así fuera, sería una muy buena noticia: unos dos tercios de la superficie terrestre están compuestos de agua salada, mientras que el agua dulce escasea.

Sin embargo, no podemos. Nuestro cuerpo necesita agua y también algo de sal, pero no está preparado para tolerar el agua de mar como fuente de hidratación. Las células están recubiertas de una membrana que deja pasar el agua pero no otras sustancias como el sodio y el cloro (los componentes de la sal), es decir, una membrana semipermeable. Si la concentración de sal fuera de la célula es mayor que la que hay dentro, el agua sale de la célula a través de la membrana para corregir el desequilibrio. Esta manera de igualar la concentración de sustancias a cada lado de una membrana semipermeable se conoce como ósmosis.

Células que encogen

El agua de mar tiene casi cuatro veces más sal que nuestros fluidos corporales. Por eso, cuando bebemos agua de mar, en principio la ósmosis invitaría a las células a compensar el exceso de sal expulsando mucha agua. Tanta, que las células encogerían. Para evitar esta situación, el cuerpo intenta eliminar el exceso de sal de los fluidos a través de la orina. Los riñones disuelven los desechos en agua y la envían a la vejiga para expulsarla.

Sin embargo, los riñones solo son capaces de producir orina menos salada que el agua de mar. Por eso, para eliminar la sal suficiente para no causar daño a las células, es necesario orinar más agua de la que se ingirió. Así, este proceso conduce a la deshidratación. Sin duda, beber más agua de mar no ayuda, ya que solo invita a los riñones a deshidratarnos aún más para seguir eliminando el exceso de sal. Por eso el agua salada no quita la sed, sino lo contrario.

Otros trucos

Otros animales, claro está, no tienen este problema: las aves y mamíferos marinos están adaptados para beber agua de mar sin riesgo para su salud. Algunas aves tienen glándulas especializadas en el pico que les permiten filtrar el exceso de sal antes de que llegue al estómago, mientras que la estructura de las células de las ballenas, los delfines o las focas está diseñada para purgar la sal y eliminarla sin deshidratarse. Aunque el ser humano evolucionó a partir de animales marinos, nuestros ancestros llevan milenios viviendo en ecosistemas terrestres donde el agua disponible es casi exclusivamente dulce. Así, la evolución ha favorecido la adaptación a este tipo de agua en detrimento de la salada.

Entonces, ¿cómo sobrevivió Alain Bombard? Aunque partió sin provisiones, durante su travesía pudo recoger agua de lluvia y exprimir el fluido de los peces que pescaba para conseguir hidratarse. Complementó estas fuentes de agua con una ingesta muy limitada y espaciada de agua de mar, que dejaba en la boca durante el tiempo suficiente para que la saliva diluyera la sal antes de tragarla. Puesto que no se hidrató exclusivamente a base de agua de mar, su cuerpo fue capaz de tolerar la sal sin consecuencias críticas.

De hecho, un experimento en ratas sugirió la mejor manera de proceder en caso de naufragio: no es recomendable beber toda el agua dulce al principio y pasar a beber agua de mar de manera gradual. Para minimizar el impacto sobre la salud, lo mejor es incrementar la dosis de agua de mar de manera gradual a medida que se reduce el agua dulce.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Hace años cobró protagonismo la dieta del delfín, una propuesta que incluye entre sus recomendaciones la de beber agua de mar. Sin embargo, no hay evidencia científica de que beber agua salada, incluso en pequeñas cantidades, tenga beneficios.

REFERENCIAS (MLA):