Microbiología

Ya ha llegado la cerveza en polvo: ¿a favor o en contra?

Ha sido desarrollada por una cervecera alemana y, por ahora, solo hay una versión sin alcohol

Un brazo robotizado sirve un vaso de cerveza como muestra de una de las alternativas que se ofrecen en el Salón de Innovación de la Hostelería "H&T" en Málaga. EFE / Jorge Zapata
Un brazo robotizado sirve un vaso de cerveza como muestra de una de las alternativas que se ofrecen en el Salón de Innovación de la Hostelería "H&T" en Málaga. EFE / Jorge ZapataJorge ZapataAgencia EFE

Es la bebida más consumida en España y está entre las primeras en todo el mundo. La cerveza, aunque con polémicas y nuevos métodos de producción, es una constante en el mercado. Una que busca formas de renovarse más allá del mercado artesanal. Y una de ellas llega de la mano del fabricante alemán Stefan Fritsche: una cerveza en polvo. No es esta la primera vez que esta cervecera, con casi mil años de historia, busca innovación: en 2004 lanzó al mercado una cerveza anti-envejecimiento: supuestamente contenía flavonoides, espirulina y el doble de antioxidantes de una cerveza normal.

Pero la cerveza en polvo (por ahora sin alcohol ni , es decir sin espuma), persigue otro objetivo: la sostenibilidad. S bien Fritsche se niega a revelar su receta, argumenta que su invento es necesario en un mundo que necesita soluciones sostenibles. El formato en polvo, desarrollado con laboratorios europeos durante los últimos dos años, hace que la bebida sea un 90% más económica de exportar que la cerveza tradicional: no precisa tanto espacio para ser almacenada, su peso es mucho más reducido y la necesidad de embalaje es sustancialmente menor. Según la calculadora de huella de carbono Impact CO2, el embalaje y el transporte representan el 70 por ciento del impacto ambiental de un litro de cerveza. O el equivalente al CO2 que genera un coche durante 6 km. El formato en polvo también ahorra tiempo, ya que la producción en laboratorio es más rápida que la elaboración tradicional, que tarda dos meses de media.

“Queremos convertirnos en la primera cervecería sostenible del mundo – explicaba Fritsche en una entrevista – . Queremos seguir un nuevo camino, por así decirlo... para hacer una cerveza real, normal y de buen sabor pero en polvo”. Esta bebida, que solo hay que mezclar con agua, estaría lista para comercializarse en 4 meses y ya están investigando en alternativas con alcohol y con burbujas.

El principal mercado objetivo serán los países africanos y asiáticos, ya que un polvo es mucho más fácil y económico de transportar a largas distancias que las botellas de cerveza. Pero no todos están contentos con esta solución, sobre todo en Alemania que tiene una ley de pureza de 500 años en torno a la cerveza conocida como “Reinheitsgebot". Eso hace que sea muy complejo que pueda comercializarse como cerveza ya que esta “ley” contempla el uso de solo 4 ingredientes: malta, lúpulo, levadura y agua.

El proceso de fabricación de cerveza, básicamente, consiste en transformar en azúcar el almidón del cereal y, posteriormente potenciar la fermentación de estos azúcares gracias a la levadura. Si Fritsche trabaja con levaduras, sería interesante ver cómo logra detener la evolución de las mismas o si tienen una fecha de caducidad mucho más breve. Sea como sea el proceso desarrollado, resulta una innovación interesante que podría aplicarse a otros campos.